Las embarazadas japonesas presentaron mayores niveles de ansiedad durante la pandemia de COVID-19

Revisado por Emily Henderson, B.Sc. Mar 11 2021

Las mujeres embarazadas de Japón que respondieron a una encuesta en línea al principio de la pandemia de COVID-19 mostraron mayores niveles de ansiedad en comparación con las mujeres sometidas a tratamientos de fertilidad y con las embarazadas de Irán.

Los resultados se publicaron en la revista Journal of Affective Disorders Reports.

La pandemia ha cambiado el entorno social de las mujeres embarazadas y los pacientes de fertilidad".

Koubon Wakashima, psicólogo clínico, Universidad de Tohoku

Por ejemplo, las restricciones impuestas en Japón han impedido a las embarazadas participar en clases colectivas de crianza o desplazarse a casa de sus padres para recibir asistencia tradicional en el parto. Las instituciones médicas del país informaron de que menos mujeres accedían a tratamientos de infertilidad.

Wakashima y sus colegas de la Universidad de Tohoku, la Universidad de Hokkaido y la Fundación Nacional de Terapia Breve publicaron una encuesta en varios sitios web sobre embarazo y fertilidad a finales de mayo y principios de junio de 2020.

Casi 300 embarazadas y 13 mujeres sometidas a tratamiento de fertilidad respondieron a una versión japonesa de la Escala de Miedo al COVID-19, desarrollada originalmente por investigadores iraníes.

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Los análisis de las encuestas revelaron que las embarazadas japonesas presentaban mayores niveles de ansiedad que las pacientes de fertilidad. Sus niveles de ansiedad se asociaban a una mayor acumulación de reservas y a la vigilancia de su propia salud.

Las embarazadas que consideraban los servicios de las redes sociales una fuente de información importante expresaron niveles más bajos de ansiedad en comparación con las que preferían los periódicos y la televisión. Por último, los investigadores compararon los resultados de su encuesta con otra similar realizada en Irán y descubrieron que las embarazadas japonesas mostraban mayores niveles de ansiedad que las embarazadas iraníes.

Los científicos reconocen que su estudio tiene varias limitaciones relativas, por ejemplo, a la capacidad de evaluar relaciones causales estrictas entre la ansiedad y diversas conductas de afrontamiento, y a la falta de información detallada sobre el contenido de los medios de comunicación a los que accedían las mujeres.

No obstante, sugieren que los resultados indican la importancia de mejorar las comunicaciones que pueden ayudar a las embarazadas a hacer frente a los sentimientos de ansiedad, además de transmitir información sobre la prevención de infecciones.

A continuación, el equipo pretende analizar cómo varía el miedo al COVID-19 según la ocupación y la época del año. También tienen previsto investigar cómo repercuten los temores de una persona en los demás miembros de la familia.

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