La ecografía revela un posible papel del SARS-CoV-2 en la infección testicular aguda

Un estudio realizado en un solo centro de Wuhan (China) presenta pruebas de imágenes ecográficas que apoyan la idea de que el coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARS-CoV-2) puede causar una infección de los testículos o del epidídimo, y poner a los pacientes en riesgo de sufrir otras complicaciones. El artículo se publica en la revista Journal of Ultrasound in Medicine.

Colorized scanning electron micrograph of an apoptotic cell (green) heavily infected with SARS-CoV-2 virus particles (purple), isolated from a patient sample. Image captured at the NIAID Integrated Research Facility (IRF) in Fort Detrick, Maryland. Credit: NIAID

Micrografía electrónica de barrido coloreada de una célula apoptótica (verde) fuertemente infectada con partículas del virus SARS-CoV-2 (púrpura), aislada de una muestra de un paciente. Imagen captada en el Centro de Investigación Integrada (IRF) del NIAID en Fort Detrick, Maryland. Crédito: NIAID

Estudios anteriores ya han demostrado que el SARS-CoV-2, agente causante de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), entra en una célula huésped utilizando su dominio de unión al receptor (RBD) que reconoce un receptor específico de la superficie celular. En humanos, la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) ha sido señalada como el principal receptor funcional para el RBD del SARS-CoV y del SARS-CoV-2.

El patrón de expresión de ACE2 implica que el SARS-CoV-2 podría afectar a la función de múltiples órganos del cuerpo humano. Más concretamente, algunos estudios anteriores y recientes sobre los coronavirus han demostrado que este virus puede efectivamente afectar a muchos órganos más allá de los pulmones, como los riñones, el tracto digestivo, el cerebro, el hígado, el corazón, la glándula tiroides y los testículos.

En lo que respecta al tejido testicular humano, la ACE2 se expresa esencialmente en las células germinales masculinas indiferenciadas (espermatogonias), las células de Setoli y las células de Leydig. Por lo tanto, si asumimos la interacción de los receptores con respecto a la distribución de la ACE2, hay razones para creer que el SARS-CoV-2 puede atacar tanto el testículo como el epidídimo.

En un estudio reciente, un grupo de investigación de China (dirigido por el Dr. Liao Chen, del Departamento de Imágenes por Ultrasonido del Hospital Renmin de la Universidad de Wuhan) obtuvo resultados directos de imágenes por ultrasonido de la infección escrotal aguda en pacientes hospitalizados con COVID-19 durante la pandemia.

Un estudio retrospectivo de pacientes hospitalizados por COVID-19

Este estudio retrospectivo incluyó a pacientes masculinos con un diagnóstico confirmado de COVID-19 durante su hospitalización en los primeros días de la pandemia, a los que también se les realizó una ecografía del escroto con un retraso de entre 1 semana y 1 mes tras los síntomas iniciales de la enfermedad.

Los exámenes ecográficos escrotales se concentraron en las manifestaciones de imagen relacionadas con la orquitis aguda, la epididimitis y la epididimoorquitis, con el consiguiente uso de criterios diagnósticos específicos. Además, se comparó la proporción de epididimoorquitis observada en pacientes pertenecientes a diferentes grupos de edad y de gravedad COVID-19.

Las imágenes ecográficas de cada caso fueron leídas por dos ecografistas; en los casos en que sus impresiones no coincidían, el veredicto final lo emitió un profesor titular especializado en el diagnóstico por imagen de las enfermedades del aparato urogenital/reproductivo masculino y con más de veinte años de experiencia profesional.

Principales hallazgos ecográficos

De un total de 142 pacientes con COVID-19 inscritos en este estudio, 39 de ellos (27,5%) presentaban características inflamatorias en las imágenes, como un engrosamiento de la cubierta fibrosa de los testículos (túnica albugínea), aumento del flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos, agrandamiento del tejido, hinchazón escrotal debido a hidrocele o abscesos.

Además, un total de 32 pacientes (22,5%) tenían un diagnóstico de inflamación aguda de uno o ambos testículos, epididimitis o ambos (epididimoorquitis) de acuerdo con los criterios de diagnóstico. El riesgo observado de infección escrotal aguda también aumentó con la edad, alcanzando el 53,3% en los pacientes mayores de 80 años.

Los investigadores también han observado que los hombres que presentaban COVID-19 grave tenían una posibilidad sustancialmente mayor de desarrollar epididimoorquitis en comparación con el grupo de COVID-19 sin enfermedad grave. Todo esto significa que los testículos son efectivamente un objetivo potencial del SARS-CoV-2.

No obstante, hay que tener en cuenta que muchos pacientes con COVID-19 se encuentran en un estado de inmunidad disminuida, lo que permite que las bacterias del tracto urinario ascendente irrumpan y causen infecciones escrotales. Además, la desregulación hormonal también está presente y puede agravar este problema.

Implicaciones para la práctica clínica

En pocas palabras, los resultados de este estudio apoyan la idea de que la infección por SARS-CoV-2 puede afectar específicamente a los testículos, al epidídimo o a ambos. Por supuesto, hay que tener en cuenta la reacción inflamatoria sistémica y las comorbilidades presentes, ya que también pueden dar lugar a un agrandamiento del tejido y a una inflamación testicular.

"Sugerimos que los clínicos sigan siendo conscientes del riesgo de infección escrotal aguda en los pacientes hospitalizados con COVID-19, y para los pacientes masculinos jóvenes con COVID-19 (especialmente los que desean tener hijos) los síntomas locales y la fertilidad deben ser cuidadosamente monitoreados y protegidos", advierten los autores del estudio.

En cualquier caso, deben realizarse más investigaciones basadas en biopsias o autopsias para determinar si pueden encontrarse cambios patológicos e histológicos causados por el SARS-CoV-2 en los testículos y epidídimos de los pacientes con COVID-19.

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