Un estudio revela que el consumo de té a largo plazo aumenta significativamente la concentración de esperma

En un estudio reciente publicado en Chemosphere, los investigadores estudiaron la relación entre el consumo de té y la calidad del semen.

Study: Association between tea consumption and semen quality among 1385 healthy Chinese men. Image Credit: Cast Of Thousands/Shutterstock

Antecedentes

El té es la bebida más consumida en todo el mundo, con una cobertura global de plantaciones de 4,89 millones de hectáreas. China es el mayor productor de té, con cerca del 45% de la producción mundial. Un informe revela que la población china consume más de 2,2 millones de toneladas de té. Además, contrariamente al consumo predominante de té por parte de los adultos mayores, las tendencias actuales indican que los jóvenes y las personas de mediana edad también prefieren el té.

Los estudios han identificado más de 500 sustancias químicas diferentes, entre ellas polifenoles del té, hidratos de carbono, aminoácidos, proteínas, compuestos volátiles y otros compuestos desconocidos. Las hojas de té frescas están enriquecidas con polifenoles conocidos como catequinas, que constituyen casi el 30% del peso seco de las hojas. Se han atribuido varias propiedades biológicas a los polifenoles del té, como antimicrobianas, antioxidantes, antiinflamatorias, antiateroscleróticas y anticancerígenas.

Cada vez hay más pruebas que sugieren que el consumo de té está asociado a efectos protectores contra el cáncer, la diabetes, los trastornos neurológicos y las enfermedades cardiovasculares (ECV). Sin embargo, son pocos los estudios que investigan los efectos del té en la salud reproductiva.

Acerca del estudio

Los investigadores del presente estudio observacional evaluaron la asociación entre el consumo de té y la calidad del semen en hombres chinos. Los sujetos elegibles eran ciudadanos chinos de entre 22 y 45 años de edad que se ofrecieron como voluntarios para la donación de semen y estaban sanos, sin ninguna enfermedad sistémica, enfermedades de transmisión sexual (ETS), enfermedad(es) genética(s) o antecedentes familiares de enfermedades genéticas. Los participantes completaron un cuestionario y un examen físico y proporcionaron muestras de semen al Banco de Semen Humano de la provincia de Hubei.

Las muestras fueron examinadas por tres personas formadas, y el control de calidad interno garantizó que las diferencias intra e interdiarias fueran inferiores al 10%. Las muestras de semen cumplían los siguientes criterios para la donación: 1) el tiempo de licuefacción de las muestras frescas debía ser inferior a 60 minutos con una concentración de espermatozoides de 60 millones/ml o superior. 2) La motilidad progresiva debe ser del 60% o superior con una morfología normal superior al 30%. 3) Tras la descongelación, la motilidad del semen debe ser del 40% o superior, con 12 millones de espermatozoides por vial. 4) La tasa de supervivencia a la congelación-descongelación debe ser del 60% o superior.

Entrevistadores formados administraron cuestionarios para obtener características de referencia como parámetros sociodemográficos y hábitos de vida. Se evaluó el consumo de té, la duración y la frecuencia de su ingesta en los últimos tres meses. Los participantes se clasificaron en bebedores de té y no bebedores de té. Se realizó la prueba t de Student y la prueba chi-cuadrado para las variables continuas y categóricas, respectivamente.

Resultados

En total, 1.385 participantes proporcionaron 6.466 muestras. La mayoría de los participantes proporcionaron al menos dos muestras. La edad media de los bebedores de té era de 29,2 años, con un índice de masa corporal (IMC) medio de 23,4 kg/m2. Más de la mitad de los consumidores de té eran fumadores (55%) y bebedores ocasionales de alcohol (56%).

Según el análisis bruto, los consumidores de té mostraron una concentración y un recuento de espermatozoides ligeramente mejores, pero la motilidad de los espermatozoides fue inferior a la de los no consumidores de té. Los consumidores de té verde mostraron una movilidad espermática marginalmente mejor en comparación con los no consumidores de té. Tras ajustar los factores de confusión, el equipo observó que quienes habían consumido té en los últimos diez años presentaban la mayor concentración de espermatozoides.

El consumo de té durante diez años o más aumentó significativamente la concentración de esperma en un 16,27% en relación con los no bebedores. Además, las asociaciones entre el consumo de té y la calidad del semen se estratificaron según el IMC, el tabaquismo y los hábitos de consumo de alcohol. Encontraron una asociación positiva entre los consumidores de té durante los últimos diez años y la calidad del semen entre los participantes con bajo peso (IMC < 18,5 kg/m2) y con peso normal (18,5 - 24 kg/m2).

No hubo una relación clara entre la calidad del semen y el consumo de té entre los bebedores de té, salvo un mayor volumen de semen en los fumadores. La concentración de esperma era mayor si el consumo de té era frecuente (tres días a la semana) entre los consumidores ocasionales de alcohol. El consumo de té durante un mínimo de tres días a la semana se asoció positivamente con la motilidad espermática progresiva. Esta asociación fue evidente sólo en los consumidores ocasionales de alcohol.

Conclusiones

El consumo de té durante diez años o más se asoció significativamente con mayores concentraciones de esperma. Las concentraciones de esperma también fueron significativamente mayores en los bebedores de té con un IMC bajo o normal. Además, si se consumía té durante tres o más días a la semana, se observaba un mayor recuento de espermatozoides y una motilidad progresiva entre los que consumían ocasionalmente bebidas alcohólicas.

Los antiguos fumadores tenían un mayor volumen de semen, mientras que los fumadores actuales tenían un volumen menor que los no fumadores. Dado que la población del estudio estaba formada por personas sanas y jóvenes, estos resultados podrían no ser generalizados. Estos resultados revelaron que la ingesta de té mejoró la calidad del semen en los hombres y que es necesario investigar en el futuro el efecto protector del té sobre la fertilidad masculina o la salud reproductiva.

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