La FIV está "alterando la evolución humana", dice un experto en fertilidad

Permitir que las parejas que no pueden concebir de forma natural tengan bebés mediante fecundación artificial está alterando la evolución humana, según afirma un destacado investigador de la fertilidad.

La fecundación in vitro (FIV) podría alterar el genoma humano al permitir que los genes defectuosos que normalmente morirían con el portador se transmitan a las generaciones futuras, según el Dr. Hans Hanevik, que dirige el departamento de fertilidad del Hospital Telemark de Noruega.

Es probable que millones de bebés nacidos mediante FIV sean portadores de los genes que causaron los problemas de fertilidad de sus padres, lo que significa que también podrían necesitar ayuda artificial para concebir cuando finalmente estén preparados para tener hijos.

A medida que se reproduzcan, los genes defectuosos seguirán propagándose, según explicará el Dr. Hanevik a la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) en una conferencia en junio.

"De acuerdo con el principio de la evolución, las generaciones siguientes se adaptarán genéticamente a un entorno en el que la reproducción depende cada vez más de la intervención tecnológica", ha escrito el Dr. Hanevik en un resumen para la conferencia de Viena.

Desde 1991 han nacido en el Reino Unido unos 300.000 bebés gracias a la FIV. Esto supone más de uno de cada 40 de los 750.000 bebés que nacen anualmente en Gran Bretaña, y una proporción similar en otros países occidentales.

La cifra es lo suficientemente alta como para tener un impacto medible, ha dicho el especialista en fertilidad.

"La FIV no es sólo un tratamiento para la infertilidad, sino también una intervención tecnológica en el punto del ciclo vital humano en el que la selección natural actúa con más fuerza", escribe el Dr. Hanevik,

"Aunque es un gran logro médico, sortea una serie de barreras reproductivas".

Sin embargo, otros especialistas han argumentado que muchas parejas que tienen dificultades para concebir no están comprometidas genéticamente, sino que simplemente tienen problemas de "fontanería".

"Las mujeres pueden tener las trompas de Falopio bloqueadas por una apendicitis y los hombres pueden tener testículos no descendidos o haberse sometido a una vasectomía. La FIV puede superar estos problemas", afirma Gill Lockwood, director médico de Midland Fertility Services, que fue la primera clínica del Reino Unido en conseguir nacimientos vivos a partir de los propios óvulos de las madres.

"Incluso si tienen problemas genéticos, ¿es esa una razón para impedir que sean padres? La FIV puede aportar alegría a las personas que finalmente tienen un bebé, y a los hermanos, abuelos, tíos, etc.", añadió.

El Dr. Hanevik subrayó que no estaba criticando la FIV, sino destacando la necesidad de un debate más detallado sobre sus efectos.

En un artículo anterior, afirmaba que las implicaciones a largo plazo de la fecundación in vitro no se han analizado a fondo debido a la reticencia a considerar los efectos desde una perspectiva evolutiva.

"Señalar que la FIV puede favorecer a los individuos propensos a las enfermedades o conducir a una reducción de la aptitud física a lo largo de las generaciones podría ser sin duda una provocación, pero vale la pena considerarlo", escribió.

En 2017 casi 55.000 pacientes se sometieron a 75.000 tratamientos de fertilidad, de los cuales el 93% fueron de FIV básica, según datos de la Autoridad de Fertilización Humana y Embriología,

Alrededor del 22% de ellas dieron lugar a nacimientos vivos, una tasa de éxito baja relacionada con los defectos genéticos que causan la infertilidad.

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