La carencia preantral de zinc puede afectar a los meses de fertilidad

24 abr 2018 NewsGuard 100/100 Score

Se calcula que el 10% de las parejas de EE.UU. sufren infertilidad. Aunque hay diversos factores que pueden dificultar el embarazo, los trastornos de la ovulación son una de las principales causas de infertilidad femenina. Ahora, investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania han descubierto que la carencia de zinc puede afectar negativamente a las primeras fases del desarrollo del óvulo, reduciendo su capacidad para dividirse y ser fecundado. Esto puede afectar a los meses de fertilidad en el futuro. Los investigadores presentarán sus resultados en la reunión anual de la American Physiological Society en Experimental Biology 2018 en San Diego.

La disponibilidad de micronutrientes en el entorno ovárico y su influencia en el desarrollo, la viabilidad y la calidad de los óvulos (oocitos) es objeto de un creciente campo de investigación. En los mamíferos, el ovario está formado por miles de estructuras llamadas folículos -las mujeres nacen con aproximadamente dos millones-, que constan de un ovocito rodeado por capas de células de soporte (células somáticas). Después de la pubertad, se produce una compleja cascada de acontecimientos que preparan a los grupos de ovocitos para la maduración, la ovulación y la fecundación. Aunque un grupo de ovocitos comienza a madurar cada mes, sólo uno será ovulado y tendrá la posibilidad de ser fecundado. Múltiples factores pueden influir en que un determinado ovocito madure correctamente y un día sea ovulado, entre ellos la presencia de niveles suficientes de determinados micronutrientes.

"Cada vez hay más pruebas de que el zinc es un elemento clave en el desarrollo de los ovocitos", afirma James Hester, autor principal del estudio. En el estudio actual, Hester y su asesor, Francisco Díaz, evaluaron los efectos del zinc en el desarrollo del óvulo en una fase extremadamente temprana del proceso de maduración de los ovocitos.

"La investigación y el tratamiento de la fertilidad se han centrado principalmente en la clase más grande de folículos (folículos antrales), que son capaces de ovular en respuesta a las señales hormonales de la hipófisis", escribió Hester. "En cambio, nuestro estudio examina folículos preantrales más pequeños, que aún están creciendo y no responden todavía a la señal ovulatoria. En los humanos, los folículos preantrales tienen que seguir creciendo durante unos 90 días antes de estar listos para ovular. Estudios anteriores demostraron que los niveles de zinc son críticos en el folículo antral, pero nadie había probado el efecto de la deficiencia de zinc en el crecimiento del folículo preantral."

Los investigadores recogieron folículos preantrales de ratones y los maduraron en una placa de cultivo celular. Compararon los óvulos madurados en un entorno con carencia de zinc con los cultivados con niveles normales de zinc. También expusieron los óvulos deficientes en zinc y los de control al factor de crecimiento epidérmico para imitar el entorno hormonal necesario para la ovulación tras el proceso de maduración.

Hester y Diaz encontraron que la deficiencia preantral de zinc:

  • perturbó el crecimiento de las células en cultivo
  • dio lugar a óvulos más pequeños al principio del desarrollo,
  • causó problemas con el desarrollo de células somáticas y elevó ciertos marcadores celulares, y
  • alteraba la capacidad del óvulo para dividirse correctamente (meiosis), un paso necesario para que se produzca la fecundación. Este defecto persistió incluso después de introducir más zinc en el medio ambiente.

"Los estudios en animales han demostrado sistemáticamente que los ovocitos necesitan zinc durante la división meiótica, la fecundación y el desarrollo embrionario. Nuestra nueva investigación demuestra que el zinc interviene en el crecimiento de los ovocitos en una fase anterior a la investigada, durante el desarrollo y antes de la división. Por lo demás, no importa cuáles sean las condiciones durante la ovulación", explicó Hester. "Curiosamente, los ovocitos que se utilizan habitualmente para [la fecundación in vitro] se recogen de folículos antrales, por lo que cualquier efecto del desarrollo preantral ya se ha producido".

Aunque la Organización Mundial de la Salud calcula que el 17% de la población mundial es vulnerable a la carencia de zinc en su dieta, es posible que esta estimación no incluya los casos de carencia marginal de zinc (personas con algo de zinc en su dieta, pero menos del recomendado). Otras poblaciones de riesgo son las personas con factores dietéticos y enfermedades que también afectan al estado del zinc, como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad de Crohn, los trastornos gastrointestinales y las enfermedades hepáticas; las mujeres que se enfrentan a la inseguridad alimentaria; o las mujeres con ciertas restricciones dietéticas, como las vegetarianas o veganas que no toman suplementos de zinc.

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