Un cóctel de sustancias químicas en la madre inhibe el crecimiento del niño

Revisado por Kate Anderton, B.Sc. (Editor) Feb 25 2019

Por primera vez, los investigadores han demostrado que una combinación de sustancias perfluoradas en la madre inhibe significativamente el crecimiento del niño.

Facilitan muchas cosas cotidianas, como mantener secos los pies de los niños con botas impermeables, impedir que las albóndigas se peguen a la sartén y facilitar la limpieza de la alfombra.

Pero estos productos químicos ambientales, las sustancias perfluoradas, tienen una amplia gama de efectos perjudiciales, y el más reciente ha resultado ser la reducción del crecimiento de los fetos.

Así lo demuestra un nuevo estudio en el que investigadores de la Universidad de Aarhus han examinado el efecto cóctel de las sustancias químicas, llegando a conclusiones tan significativas como alarmantes, según la profesora Eva Cecilie Bonefeld-Joergensen, del Departamento de Salud Pública.

"Las sustancias perfluoradas pueden imitar a la hormona estrógeno y, por tanto, alterar los procesos hormonales naturales del organismo, incluido el desarrollo del feto. Podemos ver que la compleja mezcla de sustancias perfluoradas en la madre perjudica el crecimiento y la longitud del feto", afirma.

Hasta ahora, los investigadores sólo habían estudiado el impacto individual de las sustancias en el feto, y estos resultados no habían sido del todo claros.

Eva Cecilie Bonefeld-Joergensen y sus colegas investigadores han desarrollado un nuevo método para extraer y aislar el contenido de las sustancias de la sangre y determinar posteriormente el efecto combinado de alteración endocrina de las sustancias -popularmente llamado efecto cóctel- sobre el desarrollo del feto.

"Cuando se trata del efecto global, el cálculo no es 1+1=2, sino más bien 1+1=3". El bajo peso al nacer puede dar lugar a una serie de enfermedades en etapas posteriores de la vida, pero aún carecemos de conocimientos específicos sobre cómo se desarrollan posteriormente los niños expuestos a las sustancias", afirma Bonefeld-Joergensen sobre los resultados que se han publicado en la revista científica Environmental Health Perspectives.

Actualmente está esperando respuesta a una solicitud de subvención de una fundación para realizar los estudios de seguimiento necesarios sobre la evolución de estos niños.

Los investigadores han examinado muestras de sangre de 702 embarazadas danesas registradas en la base de datos "Biobanco Infantil de Aarhus". Hasta ahora no se habían realizado estudios tan exhaustivos de la concentración de sustancias perfluoradas y su efecto biológico en mujeres embarazadas, pero el estudio se ajusta a investigaciones anteriores en este campo. Además, estas sustancias se han asociado a una serie de problemas, como cáncer de mama, problemas de fertilidad, TDAH, riesgo de asma, debilitamiento del sistema inmunitario y reducción del efecto de las vacunas.

Las sustancias químicas nocivas para el medio ambiente se acumulan en el organismo y no son fácilmente degradables. Repelen la grasa y el agua y se encuentran en nuestros alimentos, en el aire que respiramos, en el polvo y el agua y en una amplia gama de productos cotidianos como, por ejemplo, ropa impermeable, envases de alimentos, textiles para muebles y maquillaje. En la actualidad, la legislación sólo regula algunas de las casi mil sustancias perfluoradas diferentes, y no se exige el etiquetado de los productos.

"Como consumidor, hay que preguntar en la tienda. Los productos con estas sustancias tóxicas son populares, pero pagamos el precio con la salud de nuestros hijos y la nuestra propia si no evitamos estos productos", afirma la investigadora.

Este ámbito está regulado por la UE, pero el Ministro de Medio Ambiente y Alimentación, Jakob Ellemann-Jensen (Partido Liberal danés), ha anunciado recientemente que estudiará la posibilidad de prohibir a escala nacional las sustancias presentes en el cartón y el papel de los envases alimentarios.

El nuevo estudio forma parte del proyecto Fetotox de la Universidad de Aarhus, que estudia el impacto de las sustancias perfluoradas en mujeres y niños.

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