Un estudio mundial revela el papel de la dieta en el 70% de los nuevos casos de diabetes tipo 2

Por Neha Mathur 19 abr 2023 Revisado por Danielle Ellis, B.Sc.

En un reciente estudio publicado en la revista Nature Medicine, los investigadores utilizaron un novedoso modelo de evaluación de riesgos para estimar las cargas absolutas y proporcionales de nuevos casos de diabetes tipo 2 (DMT2) a nivel mundial entre adultos de 184 países, especialmente los efectos directos y mediados por el peso corporal de 11 factores dietéticos, por separado y conjuntamente.

Study: Incident type 2 diabetes attributable to suboptimal diet in 184 countries. Image Credit: Lightspring / Shutterstock Estudio: Incidencia de diabetes tipo 2 atribuible a una dieta subóptima en 184 países. Crédito de la imagen: Lightspring / Shutterstock

Antecedentes

La DMT2 es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo y tiene enormes repercusiones socioeconómicas. Entre 1980 y 2021, el número de personas con diabetes (90% de casos de DMT2) pasó de 108 a 537 millones en todo el mundo, con el correspondiente aumento de la obesidad entre los adultos.

La incidencia de la T2D no ha hecho más que aumentar en todo el mundo en los últimos 40 años y no deja de crecer; si no se controla, la T2D deteriorará aún más la salud humana y la productividad económica, ejerciendo así una inmensa presión sobre los sistemas sanitarios de todo el mundo.

Diversos estudios han puesto de manifiesto los efectos directos de varios factores dietéticos sobre la etiología de la DMT2, así como los relacionados con el aumento de peso. Sin embargo, las contribuciones absolutas y proporcionales de una dieta subóptima o de factores dietéticos específicos a la incidencia global de la DMT2 siguen sin estar claras.

Acerca del estudio

En el presente estudio, los investigadores estimaron los efectos de 11 factores dietéticos, a saber, la ingesta inadecuada de cereales integrales, frutas, frutos secos, yogur, semillas y verduras (sin almidón) y el consumo excesivo de trigo y arroz refinados, carne roja no procesada, carne procesada, bebidas azucaradas (SSB), zumos de frutas y patatas en la incidencia global de la T2D.

Hicieron estas estimaciones utilizando datos dietéticos de la Base de Datos Dietética Mundial (GDD) para adultos de 184 países. El equipo presentó el cambio absoluto en la carga proporcional de la T2D atribuible a una dieta subóptima y a cada factor de riesgo entre 1990 y 2018 a nivel mundial estratificado por regiones del mundo.

La GDD delimitó los 184 países en regiones del mundo, lo que ayudó a los investigadores a analizar específicamente las tendencias de la T2D en los 30 países más poblados en relación con cuatro factores dietéticos: ingesta inadecuada de fruta, frutos secos, semillas y verduras sin almidón, e ingesta excesiva de zumos de fruta en función de los efectos mediados por el aumento de peso.

Estratificaron sus resultados por edad, sexo, urbanidad y educación de las personas participantes. Además, estratificaron los resultados por países según el índice sociodemográfico (IDS), una medida del desarrollo de un país. El IDS se expresa en una escala de cero a uno basada en la clasificación media del nivel educativo, la renta per cápita y las tasas de fertilidad.

Los investigadores utilizaron la multiplicación proporcional para estimar la carga debida a una dieta subóptima, asumiendo que el 50% del beneficio de la ingesta de cereales integrales se debe a su sustitución por la ingesta de trigo y arroz refinados. Modelizaron los efectos de la ingesta de arroz y trigo refinados por separado, pero los combinaron utilizando la multiplicación proporcional.

El equipo comparó las tendencias de incidencia de T2D entre 1990 y 2018 e informó todos los datos como una mediana y la correspondiente UI del 95%, basada en la cuantificación de la incertidumbre mediante 1000 simulaciones Monte Carlo probabilísticas multidireccionales.

Resultados

El modelo del estudio estimó que, en 2018, la ingesta subóptima de 11 factores dietéticos provocó 14,1 millones de nuevos casos de T2D en todo el mundo. El consumo excesivo de factores dietéticos perjudiciales contribuyó a un mayor porcentaje de esta carga que el consumo inadecuado de factores dietéticos protectores (60,8% frente a 39,2%). La ingesta insuficiente de cereales integrales provocó la mayoría de los casos de T2D en el mundo (26,1%), seguida de la ingesta excesiva de trigo y arroz refinados (24,6%), carne procesada (20,3%) y carne roja no procesada (20,1%).

Los investigadores observaron una marcada heterogeneidad en la incidencia de la DMT2 debida a una dieta subóptima general y a factores dietéticos individuales a nivel nacional y mundial. Además, observaron una correlación inversa entre la incidencia de la T2D atribuible a la dieta y la edad. Sin embargo, la carga absoluta de T2D, evaluada por millón de habitantes, fue mayor a mediana edad, es decir, entre los 45 y los 60 años, lo que indica una interacción entre las variaciones en los hábitos dietéticos y el riesgo absoluto de T2D a distintas edades.

Además, algunos de los factores dietéticos mostraron una heterogeneidad regional sustancial. A nivel regional, los mayores aumentos y descensos en la incidencia de la T2D atribuible a la dieta se produjeron en el África subsahariana (+9,3 en puntos porcentuales absolutos) y en los países de renta alta (-1,5%), respectivamente.

Por ejemplo, en Oriente Medio, Norte de África (+4,1%) y África subsahariana (+3,3%), la ingesta de trigo y arroz refinados aumentó la incidencia de la T2D, mientras que los casos de T2D atribuibles a un exceso de arroz refinado disminuyeron en Asia meridional, las regiones de Europa central y oriental y Asia central, pero aumentaron debido a una ingesta excesiva de trigo refinado en las mismas regiones.

La incidencia de la DMT2 atribuible a la dieta fue mayor en los hombres que en las mujeres, en las personas con mayor o menor nivel educativo y en los entornos urbanos que en los rurales; sin embargo, en los países de ingresos altos, Asia Central y Europa Central y Oriental, la incidencia de la DMT2 atribuible a la dieta fue mayor en las personas con menor nivel educativo. En los países más poblados, como Polonia y Rusia, la ingesta excesiva de carne roja no procesada y procesada y de patatas fue la causa principal de una carga relativamente mayor de DMT2. Desde la década de 1990, la correlación entre la incidencia de la T2D atribuible a la dieta a nivel de país y el desarrollo socioeconómico se volvió menos sólida. América Latina y el Caribe ocuparon el segundo lugar en cuanto a la carga de T2D atribuible a la dieta, especialmente Colombia y México, donde el consumo excesivo de SSB, carnes procesadas y cereales integrales inadecuados impulsó el aumento de la incidencia de T2D.

En las regiones con mayor carga de DMT2 atribuible a la dieta en personas con estudios superiores, por ejemplo, los países de ingresos altos, los programas de intervención educativa y de seguridad social deberían centrarse en una dieta nutritiva para reducir las desigualdades sanitarias relacionadas con la DMT2. Por el contrario, en las regiones en las que la carga de T2D atribuible a la dieta es mayor entre los adultos con estudios superiores, por ejemplo en el sur de Asia, podrían ser más eficaces otros enfoques, como el etiquetado adecuado de los envases. Los mercados financieros podrían contribuir significativamente a la salud y la equidad humanas en todo el mundo invirtiendo en la producción, comercialización y venta de productos acordes con los objetivos de la sociedad.

Los datos sugieren que el índice de masa corporal (IMC) está aumentando rápidamente en las regiones rurales de los países de ingresos bajos y medios debido a la mayor oferta de alimentos procesados en estas zonas. Por lo tanto, la gestión de estas desigualdades nutricionales y sanitarias requerirá intervenciones y políticas de salud pública adaptadas a las circunstancias regionales. En particular, la incidencia de la DMT2 atribuible a los efectos etiológicos directos de los factores dietéticos fue, en general, mayor que sus efectos separados mediados por el IMC. A la luz de estos hallazgos, las estrategias multisectoriales para mejorar la calidad de la dieta a lo largo de la vida seguirían siendo vitales, especialmente durante la infancia y la adolescencia, cuando las personas a menudo forman hábitos dietéticos para toda la vida.

Mientras que en 2018, hubo una modesta correlación entre la carga de T2D atribuible a la dieta y la IDE (r = 0,29) que varió según la región del mundo. Los autores observaron una correlación positiva en los países del África subsahariana, Asia meridional y los países de ingresos altos, y una correlación negativa en las naciones de América Latina, Asia central, Europa central y oriental, el Caribe y Asia sudoriental y oriental. Sin embargo, esta correlación se hizo más sólida en 1990 (r = 0,53) que en 2018, y estas tendencias se hicieron comparables en todas las regiones del mundo. Estos resultados señalaron que, si bien la calidad de la dieta empeoró en los países con menor IDS, no hubo un desarrollo sociodemográfico paralelo.

Conclusiones

El estudio destacó la calidad de los carbohidratos como un área que requiere atención inmediata. En concreto, la ingesta excesiva de arroz y trigo refinados y el consumo inadecuado de cereales integrales son los dos factores alimentarios que más contribuyen a la aparición de la DMT2 en todo el mundo, aunque las tendencias varían en el tiempo y en función de la región del mundo. En cuanto a la carga proporcional de la DMT2 relacionada con la dieta, de los 11 factores dietéticos evaluados, el consumo excesivo de carne roja no procesada fue el que más contribuyó al aumento mundial de la incidencia de la DMT2. En conclusión, estos resultados deberían servir de base para la planificación clínica y de salud pública con el fin de mejorar la calidad de la dieta en todo el mundo y reducir así la carga mundial de la DMT2.

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