Los países con preferencia cultural por los hijos varones pueden perder 4,7 millones de niñas para 2030

Los países con una proporción de sexos sesgada al nacer, debido a la preferencia cultural por los hijos varones, van a "perder" otros 4,7 millones de niñas de aquí a 2030, a pesar de que se prevé un descenso del exceso de nacimientos masculinos en estos países durante los próximos 20 años, según sugiere una investigación publicada en la revista online BMJ Global Health.

Y esta pérdida podría alcanzar los 22 millones en todo el mundo en 2100 si todos los países que corren el riesgo de aumentar esta proporción por encima de su nivel natural, incluidos los países densamente poblados, como Nigeria y Pakistán, lo hacen, advierten los investigadores.

La selección prenatal del sexo ha contribuido a sesgar la proporción de sexos al nacer a favor de los varones en varios países, desde el sureste de Europa hasta el sureste de Asia, desde la década de 1970, dicen los investigadores.

Las consecuencias de esta preferencia crearán un exceso de hombres jóvenes en más de un tercio de la población mundial, con un impacto social y económico aún desconocido, sugieren.

Para comprender mejor el alcance de los nacimientos femeninos "perdidos", con el fin de fundamentar las políticas contra la selección prenatal del sexo y planificar el impacto de los futuros cambios en las estructuras de los sexos en todo el mundo, los investigadores proyectaron la proporción de sexos al nacer para todos los países desde 2021 hasta 2100, utilizando dos escenarios.

El escenario 1 asumió las tendencias sólo para los países con fuertes evidencias estadísticas de un desequilibrio creciente en la proporción de sexos al nacer, mientras que el escenario 2 asumió las tendencias de la proporción de sexos para los países con riesgo de aumentar la proporción, pero con ninguna o limitada evidencia de ello.

Las proyecciones se basaron en una amplia base de datos de 3.260 millones de registros de nacimiento de 204 países entre 1970 y 2020, así como en la experiencia de los países que se enfrentan a un aumento de la proporción de sexos al nacer antes de 2021.

Los investigadores se centraron especialmente en 12 países en los que la proporción de sexos al nacer ya ha aumentado, además de otros 17 países que corren el riesgo de hacerlo debido a la preferencia por los hijos varones y al descenso de la fertilidad.

Las proyecciones mostraron que lo más probable es que la proporción de sexos al nacer se estabilice y luego disminuya en un plazo de 20 años en los países actualmente afectados por un exceso de varones nacidos vivos, como China e India, que tienen el mayor número de nacimientos anuales del mundo.

No obstante, en el escenario 1 los investigadores siguen proyectando un déficit de más de 4,7 millones de nacimientos femeninos entre 2021 y 2030, y un millón más entre 2031 y 2100.

En el escenario 2, si se incluyen en los cálculos todos los países que tienen preferencia por los hijos varones y que corren el riesgo de aumentar esta proporción, como los países populosos como Pakistán y Nigeria, la cifra prevista se eleva a 22,1 millones en 2100, con una contribución considerable del África subsahariana (casi el 38%).

Los investigadores reconocen varias limitaciones potencialmente importantes en sus cálculos. Entre ellas, la necesidad de mejorar las estimaciones de la proporción de sexos al nacer y el número de abortos selectivos por razón de sexo, a falta de datos fiables y recogidos sistemáticamente. E inevitablemente, las proyecciones a largo plazo estarán sujetas a factores aún desconocidos.

Sin embargo, un exceso de hombres en una sociedad podría conducir a un "estrangulamiento matrimonial" debido a un número insuficiente de mujeres casaderas y/o a un aumento del comportamiento antisocial y de la violencia, todo lo cual puede afectar en última instancia a la estabilidad a largo plazo y al desarrollo social sostenible, sugieren.

"Estos resultados subrayan la necesidad de vigilar [la proporción de sexos al nacer] en los países con preferencia por los hijos varones y de abordar los factores que subyacen a la persistencia del sesgo de género en las familias e instituciones", escriben.

Hay que hacer más para recoger datos de mejor calidad y aplicar medidas directas e indirectas para combatir los prejuicios de género, añaden.

"Un objetivo más amplio tiene que ver con la necesidad de influir en las normas de género que están en la base de prácticas perjudiciales como la selección prenatal del sexo. Esto exige marcos jurídicos más amplios para garantizar la igualdad de género", concluyen.

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