Las hormonas intestinales prometen frenar la cicatrización hepática

Nov 16 2023 Universidad del Sur de Dinamarca

La terapia hormonal puede asociarse a la menopausia y al tratamiento de la fertilidad, pero ahora un equipo de investigación dirigido por la SDU informa de que ciertas hormonas intestinales parecen tener un efecto beneficioso sobre los procesos que subyacen a la formación de tejido cicatricial en el hígado (fibrosis hepática).

La fibrosis hepática puede producirse como resultado de enfermedades hepáticas como la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD) y la esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH), y actualmente no existe ningún tratamiento médico para curar la fibrosis hepática.

Los médicos suelen intentar abordar las causas subyacentes de las enfermedades, como la obesidad y la diabetes, y estos tratamientos pueden mejorar la función hepática durante varios años, pero no eliminan la fibrosis.

Los procesos que inician la formación de tejido cicatricial en el hígado, es decir, la fibrosis, son celulares. En su nuevo estudio publicado en la revista Journal of Hepatology (enlace al artículo aquí), un equipo de investigación danés-estadounidense, dirigido por el Profesor Asociado Kim Ravnskjaer, del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular y del centro de excelencia ATLAS, informa de que han hallado cambios desconocidos hasta ahora en los tipos celulares responsables de la formación de la fibrosis.

Se trata de las llamadas células estrelladas del hígado, llamadas así por su aspecto estrellado.

"Hemos encontrado una forma de inactivar estas células y detener así el proceso fibrogénico. Esto puede ofrecer una oportunidad real para detener la formación de tejido cicatricial", explica Kim Ravnskjaer.

Una forma de desactivar las células estrelladas es exponerlas a ciertas hormonas intestinales, descubrió el equipo.

Nos hemos centrado principalmente en la hormona intestinal llamada polipéptido intestinal vasoactivo (VIP), presente de forma natural en el intestino y las neuronas, desde donde se libera cuando comemos. Las células estrelladas del hígado, en particular, tienen una elevada expresión de receptores VIP específicos en su superficie. El VIP estimula el riego sanguíneo del hígado, pero también parece mantener inactivas las células estrelladas".

Kim Ravnskjaer, Profesor Asociado del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular

Los investigadores creen que su trabajo podría sentar las bases para el tratamiento de la fibrosis hepática.

"Esto podría dar lugar a nuevas formas de tratar a los pacientes. Por ejemplo, se podrían desarrollar hormonas sintéticas diseñadas para dirigirse a los receptores de células específicas", añade Ravnskjaer.

La investigación sobre la fibrosis hepática está en marcha en todo el mundo, con muchos esfuerzos centrados en el desarrollo de fármacos eficaces. Lamentablemente, estos suelen conllevar graves efectos secundarios y, por este motivo, no están aprobados.

"Si dirigimos estos fármacos más hacia los cambios celulares que hemos descubierto, podríamos evitar muchos de los efectos secundarios", afirma Kim Ravnskjaer.

Los resultados del equipo de investigación se observaron inicialmente en ratones que durante un año fueron alimentados con lo que el científico denomina "una dieta occidental bastante mala", rica en grasas y azúcares.

"Cuando descubrimos estos cambios celulares en tejido hepático enfermo de ratones, pasamos a buscarlos en tejido hepático enfermo de seres humanos. Examinamos tejidos de pacientes hepáticos de dos hospitales daneses y descubrimos los mismos cambios celulares en todas las muestras", explica Ravnskjaer.

Los investigadores seguirán estudiando las células estrelladas y sus receptores de superficie en muestras de pacientes.

"Cuanto más precisamente podamos dirigirnos a las células adecuadas, menos efectos secundarios y mejor para el paciente", afirma Kim Ravnskjaer, subrayando que aún faltan años para disponer de un nuevo fármaco basado en estos descubrimientos.

El trabajo contó con el apoyo de la Fundación Nacional Danesa de Investigación, la Academia Danesa de Diabetes y Endocrinología, financiada por la Fundación Novo Nordisk, y los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU.

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