Picores durante el embarazo

Picores durante el embarazo

Los picores leves son habituales en el embarazo debido al aumento del riego sanguíneo en la piel. A medida que el embarazo avanza y el bebé crece, la piel del abdomen se estira y también puede producir picores.

El picor leve no suele ser motivo de preocupación, pero si el picor se vuelve intenso puede ser un signo de una afección hepática grave llamada colestasis obstétrica. Esto afecta a menos de 1 de cada 100 mujeres embarazadas, pero requiere atención médica.

Picores leves

Llevar ropa suelta puede ayudar a prevenir los picores, ya que es menos probable que la ropa roce la piel y cause irritación. También puede evitar los materiales sintéticos y elegir tejidos naturales como el algodón, que permiten que el aire circule cerca de la piel. Puede que un baño fresco o la aplicación de una loción o crema hidratante le ayuden a aliviar el picor.

Algunas mujeres consideran que los productos con perfumes fuertes pueden irritar su piel, por lo que puedes probar a utilizar una loción o un jabón sencillos.

Picores graves: colestasis obstétrica

Si te preocupan los picores, o si tienes picores graves, es importante que acudas a tu matrona o a tu médico.

La colestasis obstétrica (CO), también llamada colestasis intrahepática del embarazo, es un trastorno hepático grave que afecta a un pequeño número de mujeres embarazadas, generalmente en los últimos 3 meses del embarazo.

Causas de la colestasis obstétrica

La causa de la colestasis obstétrica no está clara, pero se cree que el aumento de las hormonas del embarazo al final de la gestación puede ralentizar el flujo normal de la bilis, el líquido digestivo producido en el hígado que ayuda al sistema digestivo a descomponer las grasas. En la OC, las sales biliares se acumulan en lugar de salir del hígado y acaban entrando en el torrente sanguíneo, lo que puede provocar picores.

La OC parece ser hereditaria, aunque puede darse sin antecedentes familiares. También es más frecuente en mujeres de origen indio y pakistaní. Si has tenido OC en un embarazo anterior, tienes más probabilidades de volver a desarrollarla en un embarazo posterior.

Los bebés de las mujeres con OC tienen más probabilidades de nacer prematuramente o de nacer muertos, o de tener problemas pulmonares por la inhalación de meconio. Debido a estas complicaciones, el médico puede considerar la posibilidad de inducir el parto antes de que se produzca.

Síntomas de la colestasis obstétrica

El síntoma clásico de la colestasis obstétrica es el picor sin sarpullido, generalmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies, pero puede estar más extendido. El picor puede ser ininterrumpido o insoportable, y empeorar por la noche.

Otros síntomas son la orina oscura, la ictericia (coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos) y las deposiciones pálidas (caca).

El picor suele desaparecer a los pocos días de dar a luz.

Tratamiento de la colestasis obstétrica

La colestasis obstétrica se diagnostica a través de los antecedentes médicos y familiares y de análisis de sangre para comprobar la función hepática (pruebas de función hepática). Una vez diagnosticada la colestasis obstétrica, deberá someterse a pruebas de función hepática periódicas hasta el nacimiento del bebé, para que su médico pueda controlar su estado.

Las cremas, como la loción de calamina, son seguras durante el embarazo y pueden aliviar un poco el picor. El médico puede recetar un medicamento para reducir las sales biliares y aliviar el picor.

La OC puede afectar a la absorción de la vitamina K, que es importante para la coagulación de la sangre, por lo que es posible que se le ofrezca un suplemento de vitamina K.

Si te diagnostican OC, tu matrona y tu médico hablarán contigo sobre tu salud y tus opciones.

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