La transferencia de blastocistos, asociada a un mayor riesgo de parto prematuro y a un mayor tamaño para la edad gestacional

Revisado por Alina Shrourou, licenciada en ciencias (editora) 24 de junio de 2019

La transferencia de embriones cultivados durante cinco o seis días (en lugar de dos o tres) tras la fecundación en FIV e ICSI se ha convertido en rutina en muchas clínicas de fertilidad. Muchos estudios (aunque no todos) demuestran que la transferencia de estos embriones más largos y mejor desarrollados -conocidos como blastocistos- aumentará las probabilidades de embarazo y de nacidos vivos.

Sin embargo, ha surgido la preocupación de que este cultivo prolongado hasta la fase de blastocisto pueda aumentar las complicaciones obstétricas e incrementar los riesgos perinatales. Algunos estudios de gran envergadura ya han puesto de manifiesto riesgos ligeramente superiores de parto prematuro y tasas de bebés grandes para la edad gestacional entre los nacidos tras la transferencia de blastocistos que tras la transferencia de embriones tradicionales de tres días (o tras concepciones naturales).

Ahora, un estudio basado en la gran cohorte del Comité Nórdico de TRA y Seguridad (CoNARTaS) ha confirmado estas preocupaciones y ha descubierto que la transferencia de blastocistos se asocia efectivamente a un mayor riesgo de parto prematuro (antes de las 37 semanas), y a tasas de embarazo grandes para la edad gestacional. 'Estos resultados son importantes', dicen los investigadores, 'ya que un número cada vez mayor de todos los tratamientos de TRA se realizan con transferencia de blastocistos'.

La Dra. Anne Laerke Spangmose, del Hospital Universitario de Copenhague (Dinamarca), ha presentado hoy los resultados de este amplio estudio CoNARTaS en la 35ª Reunión Anual de la ESHRE, celebrada en Viena.

El estudio en sí era un análisis de casi 90.000 bebés nacidos por reproducción asistida (TRA) en los países nórdicos (Dinamarca, Noruega y Suecia) hasta 2015, de los cuales 69.751 eran univitelinos y 18.154 gemelos. La cohorte de nacidos únicos incluía 8.368 nacidos tras la transferencia de blastocistos y 61.383 nacidos tras la transferencia de embriones tradicional (de tres días); la cohorte de gemelos incluía 1.167 niños nacidos tras la transferencia de blastocistos y 16.987 tras la transferencia de embriones de tres días (en la "fase de escisión").

El análisis demostró que los niños nacidos tras la transferencia de blastocitos frescos tenían un 23% más de riesgo de ser grandes para la edad gestacional que los nacidos tras la transferencia en la fase de clivaje. En términos cotidianos, este mayor riesgo supondría un aumento global de la incidencia, que pasaría del 3,7% tras la transferencia en fase de clivaje al 4,3% tras la transferencia de blastocitos; el Dr. Spangmose calificó este aumento de "pequeño". Mientras que tras la transferencia de blastocitos congelados se observó otro pequeño aumento del riesgo de parto prematuro, no se detectó ninguno tras la transferencia de blastocitos frescos.

Con otro objetivo, el estudio analizó la probabilidad de tener gemelos tras una transferencia en estadio de clivaje o de blastocisto. La incidencia aumentó del 2,3% tras las transferencias en fresco al tercer día al 4,0% tras el blastocisto, y en porcentajes similares en el caso de la congelación. "Yo diría que se trata de un gran aumento", afirmó el Dr. Spangmose, "teniendo en cuenta los riesgos de resultados perinatales y obstétricos en los partos gemelares".

Los resultados sugieren que la transferencia de blastocistos conlleva efectivamente un riesgo pequeño pero mayor de complicaciones obstétricas que las transferencias al tercer día. El mayor riesgo de crías grandes para la edad gestacional se ha señalado tanto en estudios humanos como veterinarios.

El Dr. Spangmose explica la mayor tasa de embriones grandes para la edad gestacional tras la transferencia de blastocistos: "El cultivo prolongado de embriones implica más tiempo in vitro para el embrión, lo que lo deja más expuesto a posibles factores de estrés externos, como la temperatura o la concentración de oxígeno. Además, el tipo de medio de cultivo utilizado para los embriones en fase de división y de blastocisto es diferente. Hay estudios que sugieren que el propio medio de cultivo puede influir en la expresión de genes específicos y repercutir en los resultados perinatales"(1).

Sin embargo, a pesar de estos mayores riesgos obstétricos y gemelares, otros metaanálisis han descubierto que la transferencia de blastocitos se asocia a una mayor tasa de partos que las transferencias en estadio de clivaje, lo que sin duda explica su uso cada vez mayor en los últimos años. La última revisión Cochrane (2016) sobre la transferencia de blastocistos frente a la transferencia en estadio de clivaje halló que la primera se asocia con un 48% más de probabilidades de nacidos vivos en un ciclo inicial de transferencia "en fresco". Los resultados de Cochrane significan -como explicaron los revisores- que si el 29% de las mujeres lograron un nacido vivo tras una transferencia en estadio de clivaje en fresco, entre el 32% y el 42% lo harían tras una transferencia de blastocisto en fresco. Las autoridades reguladoras lo han reconocido al fomentar la transferencia de un solo embrión para reducir la tasa de embarazos múltiples, que sigue siendo la mayor "complicación" de las TRA. Se dice que los embriones que alcanzan la fase de blastocisto son más "fisiológicos" y, por tanto, más capaces de seleccionar por sí mismos la viabilidad(2).

Hoy en día, el cultivo de blastocitos desempeña un papel crucial en el tratamiento de las TRA. Aumenta la tasa de supervivencia de los embriones congelados y descongelados, por lo que favorece la transferencia de un solo embrión para reducir el número de partos gemelares. Según nuestros resultados, el mayor uso de la transferencia de blastocitos congelados podría compensar los efectos adversos del cultivo prolongado de embriones. No obstante, seguimos creyendo que el cultivo de blastocistos debe utilizarse con precaución, como herramienta para la selección de embriones y para mejorar las tasas de éxito en los ciclos de TRA congelados. Pero aún tenemos que considerar si el cultivo de blastocistos debe ser la regla de oro en los ciclos de TRA en fresco, dados los riesgos adversos detectados en nuestro estudio.

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