Comprender las experiencias de las personas transexuales neerlandesas con la atención a la maternidad

Los hombres transexuales pueden, y a menudo desean, quedarse embarazados. Sin embargo, necesitan orientación adicional y los profesionales sanitarios carecen a menudo de los conocimientos y habilidades necesarios. El UMC de Ámsterdam es el primero en realizar una investigación cualitativa sobre las experiencias de los transexuales holandeses con la atención a la maternidad. Esta investigación ya está disponible como preimpresión en Midwifery.

Los hombres transexuales suelen someterse a intervenciones médicas para ajustar su cuerpo a su identidad de género masculina. Estas intervenciones médicas pueden afectar a la fertilidad. Por ello, algunos hombres transexuales optan por no someterse a estos tratamientos, posponerlos o, incluso, interrumpirlos temporalmente. Esto les permite conservar la posibilidad de quedarse embarazados.

Falta de comprensión del entorno

La registradora Jojanneke van Amesfoort y la ginecóloga Norah van Mello, junto con colegas del UMC de Ámsterdam, llevaron a cabo una investigación sobre las experiencias de las personas transgénero y con diversidad de género. Se centraron en toda la trayectoria del embarazo, desde quedarse embarazada hasta dar a luz y, por último, el posparto. Entrevistaron a cinco hombres transgénero holandeses que han estado embarazados y han dado a luz a uno o más hijos.

Esta investigación demuestra que sus experiencias difieren mucho de las de un embarazo femenino. Por ejemplo, los hombres transexuales reciben poca o ninguna comprensión del embarazo por parte de su entorno, ya que el embarazo se considera algo femenino en la sociedad. También puede resultar difícil encontrar a los profesionales sanitarios adecuados, lo que a veces lleva a las personas a negarse a quedarse embarazadas. El miedo también desempeña un papel en el proceso. Por un lado, el temor a que el embarazo dificulte su transición médica, así como el miedo a las reacciones negativas de los profesionales sanitarios. Estos resultados se hacen eco de estudios internacionales sobre la experiencia de los hombres transexuales embarazados.

Falta de conocimientos

Además, para algunas, el embarazo y el parto pueden provocar o incluso reforzar sentimientos de disforia de género (sensación de malestar porque el género al nacer no se corresponde con la identidad de género) y aislamiento. Durante el puerperio, les quedó especialmente claro que tanto la asistencia sanitaria como la ley siguen ofreciendo un margen insuficiente a los padres biológicos que no se identifican como mujeres. También experimentaron que los profesionales sanitarios carecen de los conocimientos y la comprensión adecuados para orientar adecuadamente a las personas transgénero y con diversidad de género.

Ha llegado la hora de las directrices

Los resultados ponen de relieve que el panorama sanitario neerlandés, al igual que la situación internacional, sigue estando insuficientemente equipado para ofrecer una atención que tenga en cuenta la perspectiva de género. También faltan directrices que orienten a las personas transexuales y con diversidad de género y que permitan derivarlas a los servicios y plataformas de apoyo adecuados.

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