COVID-19 cierre de la salud sexual y reproductiva en Australia

La pandemia de COVID-19 se extendió a Australia a principios de este año, desencadenando un bloqueo nacional del 22 de marzo al 8 de mayo de 2020. Se desaconsejaron enérgicamente los viajes no esenciales, a menos que fueran para acceder a bienes y servicios esenciales, para recibir o prestar cuidados, para hacer ejercicio, o para asistir al trabajo o a la educación cuando estas actividades no pudieran realizarse en casa. Este enfoque dio lugar a muy pocos casos y muertes en Australia. Sin embargo, el encierro dio lugar a otras formas de penuria. Una de ellas es la de la salud social y reproductiva (SSR).

The impact of COVID-19 on the reproductive health of people living in Australia: findings from an online survey. Image Credit: Alex Cimbal / Shutterstock

El impacto de COVID-19 en la salud reproductiva de las personas que viven en Australia: resultados de una encuesta en línea. Crédito de la imagen: Alex Cimbal / Shutterstock

Escasez de servicios y productos de SSR

Un estudio actual realizado por investigadores de la Universidad de Melbourne y publicado en agosto de 2020 en el servidor de preimpresión medRxiv* muestra que el impacto del cierre en la SSR de las mujeres en Australia fue significativo. En marzo, un importante fabricante de preservativos advirtió de una escasez mundial. Mientras tanto, los abortos se volvieron más difíciles al establecerse restricciones de viaje tanto para los proveedores de atención sanitaria como para los pacientes. La organización nacional de planificación familiar Maria Stopes Australia advirtió que aumentarían los embarazos no deseados y las infecciones de transmisión sexual (ITS). La organización benéfica para la igualdad de las niñas Plan International predijo que los productos de higiene femenina podrían ser más difíciles de obtener.

Principales conclusiones de la encuesta

  • Casi un tercio de las participantes informaron de dificultades para acceder a sus productos de higiene femenina habituales durante el bloqueo en Australia.
  • Las participantes informaron de que habían retrasado la maternidad o habían decidido no tener hijos debido a la pandemia de COVID-19.
  • Es esencial garantizar el acceso continuo a los servicios y productos de salud sexual y reproductiva para todos los que los necesitan durante las emergencias mundiales.

El estudio sobre el impacto de la SSR después de la crisis

El estudio informa de los resultados de las primeras encuestas transversales en serie para evaluar el efecto del bloqueo en la tasa de fertilidad en Australia. Algunas de las áreas cubiertas son los cambios en las prácticas sexuales, el uso de anticonceptivos, los planes de embarazo, los productos de higiene femenina y el acceso a la atención sanitaria, incluida la anticoncepción de emergencia.

De los participantes en la encuesta, cerca del 53% respondió a las preguntas sobre salud reproductiva. De ellos, que fueron 625 en total, cerca del 83% eran mujeres y menores de 50 años. La edad media era de 26 contra 27 años. Alrededor del 55% tenía entre 18 y 24 años, y el 38% vivía en pareja, casada o no. El 77% vivía en zonas urbanas. Sólo el 2% estaban embarazadas en ese momento, mientras que más del 76% evitaban el embarazo.

Una quinta parte de los participantes no tomaba anticonceptivos, siendo la píldora el método más utilizado en más del 20% de las parejas. Menos del 10% dijo tener problemas para conseguir anticonceptivos, el 5% no pudo conseguir productos de SSR como pruebas de embarazo o productos de lubricación, y el 37% tuvo dificultades para conseguir sus productos de higiene preferidos, lo que llevó a un cambio de uso de productos en casi la mitad de los casos.

Más de una quinta parte necesitó hacer uso de servicios sanitarios para su SSR, mientras que un tercio hizo uso de servicios sanitarios en línea. Alrededor del 2% necesitó servicios de aborto o anticoncepción de emergencia durante este periodo.

Las mujeres más jóvenes y desempleadas son las más afectadas

El análisis demostró que las mujeres con empleo o del grupo de 25 a 34 años tenían un 60% menos de probabilidades de tener problemas para acceder a los servicios de anticoncepción o aborto. También tenían un 60% menos de probabilidades de no poder acceder a productos de higiene, en comparación con las más jóvenes. Las mujeres que vivían con sus padres, o las que no vivían con sus parejas, tenían el doble de problemas para conseguir productos de higiene en comparación con las que tenían una relación de convivencia.

Las mujeres de mayor edad y con una relación de convivencia también encontraron más fácil obtener atención sanitaria para la SSR, así como servicios sanitarios en línea, en comparación con las mujeres más jóvenes o solteras.

Planes de maternidad y bloqueo

La mayoría de las participantes dijeron que el bloqueo no había cambiado sus planes de maternidad. De las que explicaron el motivo, fue porque, de todos modos, no habían planeado un embarazo en un futuro próximo, o porque ya habían decidido vivir sin hijos.

Algunas personas informaron de que la pandemia les hizo reconsiderar si debían tener hijos. Algunos ya habían tenido dudas que se agudizaron en ese momento. Otros estaban preocupados por no recibir la atención sanitaria necesaria o no querían aumentar la carga del sistema sanitario. Otras, en cambio, tenían dificultades económicas.

Algunas dijeron que no habían planeado la concepción pero que ahora lo intentaban porque su situación económica había mejorado con el cierre, o porque sus planes de viaje se habían visto interrumpidos. Algunas simplemente se sentían tan solas que querían tener un bebé.

Mientras tanto, otras personas que querían tener hijos se encontraron con que era económicamente imposible o decidieron que serían demasiado mayores una vez que la pandemia remitiera, o incluso se encontraron con que no podían acceder a la tecnología de reproducción artificial, como la FIV.

En general, el impacto del bloqueo en la SSR de las mujeres muestra efectos desproporcionados en las mujeres más jóvenes y desempleadas, especialmente en lo que respecta a la obtención de acceso a la anticoncepción. Esto debe ser tenido en cuenta por el Gobierno australiano a la hora de decidir las medidas de bienestar, para ofrecer una compensación equitativa a las más afectadas.

*Aviso importante

medRxiv publica informes científicos preliminares que no están revisados por pares y, por lo tanto, no deben considerarse concluyentes, ni guiar la práctica clínica/la conducta relacionada con la salud, ni tratarse como información establecida.

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