Los científicos construyen un modelo que predice cómo afecta la temperatura a la propagación del virus del río Ross

Revisado por James Ives, M.Psych. (Editor) Ago 29 2018

Los científicos han construido un modelo que predice cómo afecta la temperatura a la propagación del virus del río Ross, un virus transmitido por mosquitos común en Australia, según un informe publicado en la revista eLife.

La investigación demuestra la importancia de utilizar la temperatura para predecir epidemias de enfermedades transmitidas por mosquitos y podría ayudar a los organismos de salud pública a prepararse para el impacto del cambio climático en la propagación de enfermedades tropicales en todo el mundo.

"Los científicos se están dando cuenta de que las temperaturas más cálidas implican temporadas más largas de mosquitos y la entrada de estos en nuevas regiones donde antes hacía demasiado frío para que sobrevivieran", afirma la autora principal, Erin Mordecai, profesora adjunta de Biología en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de Stanford (EE.UU.). "Las temperaturas cálidas también aceleran los procesos biológicos que ayudan a los mosquitos a propagar virus. Pero calcular el efecto exacto de la temperatura en las distintas fases del crecimiento de los mosquitos y la propagación de los virus es complicado, porque intervienen muchos factores."

Australia y el virus del río Ross (RRV) ofrecen una oportunidad ideal para estudiar los efectos de la temperatura en la transmisión de enfermedades. El RRV infecta a entre 2.000 y 9.000 personas al año en Australia y causa dolor articular y discapacidad a largo plazo. La mayoría de la población vive en ciudades cuya latitud oscila entre el norte y el sur del país. Cada temporada, a medida que aumenta la temperatura, las epidemias de RRV se desplazan del norte subtropical al sur templado.

El equipo utilizó dos de las especies de mosquitos más responsables de los brotes de RRV en Australia para construir un modelo a partir de datos de laboratorio sobre rasgos como el crecimiento, la supervivencia, la tasa de picaduras y la infecciosidad de los mosquitos en respuesta a distintas temperaturas. "Nuestro modelo predijo correctamente que el RRV es endémico en el norte tropical de Australia durante todo el año, y que es estacionalmente epidémico en las regiones más frías del sur del país", explica Sadie Ryan, profesora asociada de Geografía Médica de la Universidad de Florida (EE.UU.) y segunda autora del estudio. "Cuando se añadieron al modelo datos sobre población humana, su predicción de los patrones estacionales coincidió con los casos humanos de RRV registrados".

El modelo determinó que la temperatura óptima para la propagación del RRV era de 26°C (80°F) y que la transmisión estaría limitada a temperaturas inferiores a 17°C (63°F) y superiores a 32°C (89°F), lo que coincide con los patrones actuales de la enfermedad. La esperanza de vida del mosquito era el factor más importante que limitaba la transmisión en función de la temperatura, y la fertilidad y la supervivencia eran factores prohibitivos a temperaturas demasiado bajas o altas para la transmisión. Dado que la transmisión se ve limitada por temperaturas demasiado frías y demasiado cálidas, es posible que aumente en algunos lugares como consecuencia del calentamiento del clima, mientras que disminuye en otros.

"Nuestro estudio aporta pruebas fehacientes de que la temperatura determina los patrones de infección a escala continental y estacional", afirma la primera autora, Marta Shocket, científica posdoctoral del Departamento de Biología de Stanford, y añade: "A corto plazo, nuestro trabajo ayudará a los investigadores a crear mejores modelos estadísticos del RRV, que podrán utilizarse para hacer predicciones más específicas basadas en el cambio climático. A largo plazo, debería ayudar a las agencias de control de mosquitos a planificar mejor el futuro y puede aportar más pruebas de la necesidad de combatir el cambio climático."

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