Un estudio trata de entender cómo influye el cambio climático en las decisiones de reproducción y crianza de los hijos

Una nueva investigación se pregunta si las mujeres australianas consideran que el mundo es un lugar seguro y prometedor para que los niños y la próxima generación prosperen.

El estudio nacional busca la opinión de las madres y de las posibles madres sobre cómo los efectos del cambio climático, incluidos los recientes incendios forestales y las grandes inundaciones de Australia, están influyendo en sus sentimientos y en sus posibles decisiones sobre la maternidad.

El estudio piloto de 2022 pretende reflexionar sobre los sentimientos, las decisiones y las prácticas en materia de reproducción y crianza de los hijos en la "era del cambio climático", afirma la investigadora de la Universidad Flinders y principal investigadora de "Futuros Maternos", la profesora asociada Kris Natalier.

"Vivimos una época en la que las crisis provocadas por el clima reclaman cada vez más nuestra atención", afirma el profesor asociado Natalier.

"Para las mujeres que prevén un futuro en el que el cambio climático se acelera y las catástrofes se agravan, resulta cada vez más problemático dar nueva vida a este horizonte de crisis cada vez más frecuentes y alargadas".

Los investigadores de sociología, el profesor asociado Kris Natalier, de Flinders, y la profesora de emociones y sociedad Mary Holmes, de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), trabajarán con la historiadora de la Universidad de Tasmania, la Dra. Carla Pascoe Leahy, para desarrollar un marco conceptual que permita realizar nuevos estudios.

"Este marco se ha puesto a prueba mediante el análisis de los testimonios de mujeres cuyas decisiones de fertilidad se vieron alteradas por el clima que se recoge en el sitio web estadounidense Conceivable Futures", afirma el Dr. Pascoe Leahy.

"Ya estamos viendo cómo aumenta el número de mujeres que deciden abandonar o posponer su deseo de tener hijos.

Otros han decidido limitar el tamaño de las familias y otros que ya son madres se replantean la mejor manera de educar a sus hijos para un futuro incierto, ya que las prácticas de crianza se ven alteradas por las catástrofes que ponen fin a la vida familiar cotidiana", afirma.

El estudio tratará de evaluar y medir los vínculos entre los estudios medioambientales y los estudios sobre la familia y ayudará a cuantificar los efectos que la crisis climática tiene en la sociedad y en la familia.

La política gubernamental y la cobertura de los medios de comunicación se han centrado en las repercusiones del cambio climático en la salud, la enfermedad y la muerte, las ramificaciones económicas en el empleo y las condiciones de trabajo, y los cambios físicos en los edificios y las infraestructuras.

Pero buscamos documentar, medir y encontrar respuestas a los profundos cambios que se producen a nivel comunitario, en los efectos vivenciales, emocionales y culturales de estas catástrofes climáticas".

Kris Natalier, Profesor Asociado, Universidad de Flinders

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