Preeclampsia

Preeclampsia

La preeclampsia es una enfermedad que afecta a algunas mujeres embarazadas, generalmente durante la segunda mitad del embarazo (a partir de las 20 semanas aproximadamente) o inmediatamente después del parto.

Las mujeres con preeclampsia tienen la presión arterial alta, retención de líquidos (edema) y proteínas en la orina (proteinuria). Si no se trata, puede dar lugar a complicaciones graves y en uno o dos de cada 100 casos puede ser mortal. En el feto, la preeclampsia puede causar problemas de crecimiento.

Aunque no se conoce la causa exacta de la preeclampsia, se cree que se produce cuando hay un problema con la placenta (el órgano que une el suministro de sangre del bebé con el de la madre). Las mujeres embarazadas con preeclampsia pueden no darse cuenta de que la padecen.

La preeclampsia suele diagnosticarse durante las consultas prenatales rutinarias. La preeclampsia leve puede controlarse con análisis de presión arterial y orina en las consultas prenatales periódicas y suele desaparecer poco después del parto. La preeclampsia grave puede requerir un seguimiento en el hospital.

Síntomas de la preeclampsia

Primeros síntomas

Las mujeres embarazadas con preeclampsia desarrollan primero los siguientes síntomas:

  • presión arterial alta (hipertensión)
  • proteinuria (proteínas en la orina)

Es probable que no notes estos síntomas, pero tu médico o matrona deberían detectarlos durante tus citas prenatales. La hipertensión arterial afecta a 1 de cada 10 mujeres embarazadas, por lo que esta circunstancia por sí sola no es indicativa de preeclampsia. Sin embargo, la presencia de proteínas en la orina es un buen indicador de la enfermedad.

Síntomas progresivos

A medida que se desarrolla la preeclampsia, puede causar retención de líquidos (edema), que suele provocar una hinchazón repentina de los pies, los tobillos, la cara y las manos. El edema es otro síntoma común del embarazo, pero suele producirse en las partes inferiores del cuerpo, como los pies y los tobillos. Se acumula gradualmente a lo largo del día. Si la hinchazón es repentina y afecta sobre todo a la cara y las manos, podría tratarse de una preeclampsia.

A medida que la preeclampsia avanza, puede causar:

  • fuertes dolores de cabeza
  • problemas de visión, como visión borrosa o luces parpadeantes
  • mareos
  • dolor en la parte superior del abdomen (justo debajo de las costillas)
  • dificultad para respirar
  • náuseas y vómitos
  • aumento excesivo de peso debido a la retención de líquidos
  • menos orina
  • malestar general

Si nota algún síntoma de preeclampsia, acuda inmediatamente al médico. Sin un tratamiento inmediato, la preeclampsia puede provocar una serie de complicaciones graves, entre ellas

  • eclampsia (convulsiones)
  • Síndrome HELLP: trastorno combinado del hígado y la coagulación de la sangre
  • problemas en los riñones y el cerebro
  • derrame cerebral

Sin embargo, estas complicaciones son poco frecuentes.

Cómo afecta la preeclampsia al feto

Entre 5 y 10 de cada 100 partos prematuros en Australia se deben a la preeclampsia o a sus complicaciones asociadas.

El principal signo de preeclampsia en el feto es el crecimiento lento. Esto se debe a un suministro deficiente de sangre al bebé a través de la placenta. El bebé en crecimiento recibe menos oxígeno y menos nutrientes de los que debería, lo que puede afectar a su desarrollo. Esto se denomina "restricción del crecimiento intrauterino" o "retraso del crecimiento intrauterino".

Factores de riesgo

Se han identificado algunos factores que podrían aumentar la probabilidad de desarrollar preeclampsia. Los principales factores de riesgo son:

  • Ha tenido preeclampsia en un embarazo anterior. Hay aproximadamente una probabilidad de 1 entre 5 de que vuelva a padecer la enfermedad en embarazos posteriores.
  • Tiene algún problema médico: por ejemplo, diabetes, enfermedad renal, migrañas o presión arterial alta.

Otros factores de riesgo son:

  • Es su primer embarazo. Es más probable que la preeclampsia se produzca durante el primer embarazo que durante los siguientes.
  • Han pasado al menos 10 años desde su último embarazo.
  • Tiene antecedentes familiares de esta enfermedad. Por ejemplo, su madre o su hermana han tenido preeclampsia.
  • Es usted adolescente o tiene más de 40 años.
  • Era obesa al inicio de su embarazo (tenía un índice de masa corporal de 30 o más).
  • Espera un bebé múltiple, como gemelos o trillizos (esto supone una mayor carga para la placenta).
Tratamiento de la preeclampsia

La preeclampsia puede tratarse reduciendo la tensión arterial y controlando los demás síntomas, a veces con medicación. Algunas mujeres con preeclampsia deben ser controladas en el hospital.

La única forma de curar la preeclampsia es dar a luz al bebé.

Lea más sobre el tratamiento de la preeclampsia.

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