Mentiras sobre la ovulación

MENTIRAS QUE DEBES CONOCER

Mentiras sobre la ovulación

¿Has escuchado miles de teorías sobre la ovulación? Las de tu abuela, tu madre, alguna amiga… Te contamos las mentiras sobre la ovulación más populares.

Si la ovulación es regular el embarazo llega sin problema

Es la mentira sobre la ovulación más común, así que probablemente la hayas escuchado ya varias veces. No es cierto en absoluto. El embarazo puede considerarse un milagro de la naturaleza porque la concepción no es nada sencilla. Cada vez son más las parejas que tienen problemas para concebir, incluso por causas desconocidas. En cualquier caso, la regularidad o irregularidad en la ovulación no es una causa directamente proporcional a las probabilidades de quedar embarazada. A veces una mujer con la ovulación irregular puede quedar embarazada antes que una mujer que tenga una ovulación totalmente regular. 

Cada mes se ovula por un ovario

Podrás encontrarte esta afirmación incluso en algún libro de texto, pero es otra de las mentiras sobre la ovulación. El proceso de la ovulación es aleatorio y se produce por todo el tejido ovárico. Puedes ovular varios meses seguidos en el mismo ovario o un mes en cada uno o por ejemplo, cuando una mujer dispone de un solo ovario, ovula siempre por el mismo. No hay ninguna demostración científica para afirmar que cada mes se ovula por un ovario diferente.

Si hay menstruación, hay ovulación

Se puede afirmar que siempre que hay ovulación, hay menstruación pero no al revés. A veces, se produce un folículo luteinizado no roto. Es decir, en este caso, el óvulo no sale del folículo pero igualmente se han producido los estrógenos. De esta manera, se produce la menstruación porque no se ha producido el embarazo al no liberarse ningún óvulo, pero puede ocurrir más tarde de lo que tenías previsto en tu calendario. 

Si estás pensando en tener un bebé este periodo femenino habrá pasado de ser un tema banal para ti a convertirse en algo importante. Ahora ya conoces las mentiras sobre la ovulación de las que no deberás fiarte ni hacer caso.

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