La inseminación vaginal cronometrada puede ser una forma segura y eficaz de ayudar a concebir a las parejas afectadas por el VIH

Revisado por James Ives, M.Psych. (Editor) Apr 5 2019

Antes se desaconsejaba a las mujeres seropositivas que tuvieran hijos por miedo a que la infección se transmitiera a sus bebés.

Pero los avances médicos no sólo permiten a las personas seropositivas vivir más y mejor, sino también formar una familia.

La inseminación vaginal programada es una forma segura y eficaz de ayudar a las parejas afectadas por el VIH a concebir, según un nuevo estudio piloto realizado en Kenia y dirigido por un investigador de Michigan Medicine que se publica en PLOS ONE.

Entre 23 parejas, en las que la mujer era seropositiva y el hombre no, la inseminación vaginal programada dio lugar a seis nacimientos vivos sin ningún caso de transmisión del VIH.

"Las personas que viven con una infección por VIH estable se centran en integrarse plenamente en sus comunidades y llevar una vida productiva", afirma la autora principal, la doctora Okeoma Mmeje, profesora adjunta de obstetricia y ginecología en Michigan Medicine. Mmeje realizó el estudio mientras estudiaba en la Universidad de California en San Francisco.

"El VIH no cambia el deseo de una persona de tener hijos", afirma. "Nuestro estudio describe un método factible, seguro y eficaz para que las mujeres seropositivas logren el embarazo".

VIH-serodiscordantes

En el África subsahariana, las mujeres representan de forma desproporcionada la mayoría de las nuevas infecciones por VIH. Se calcula que el 44% de las parejas de Kenia son serodiscordantes, es decir, un miembro está infectado por el VIH y el otro no. Sin embargo, entre el 20% y el 50% de las personas infectadas por el VIH desean tener hijos, según investigaciones anteriores.

Las directrices actuales recomiendan el tratamiento antirretrovírico en las parejas serodiscordantes: la terapia ayuda a mantener el VIH en niveles bajos, manteniendo a las personas sanas durante más tiempo y reduciendo el riesgo de contagio a otras personas.

Sin embargo, la eficacia de la terapia antirretroviral no puede evaluarse de forma rutinaria ni garantizarse con una carga viral del VIH indetectable, señalan los autores.

"Sabemos que hay un fuerte deseo entre muchas parejas afectadas por el VIH de tener hijos, pero que las estrategias actuales para suprimir el virus pueden ser inadecuadas", afirma Mmeje, que también es miembro del Instituto de Política e Innovación Sanitarias de la UM.

"Deberían ofrecerse a estas parejas más opciones para ayudarles a quedarse embarazadas de forma segura e integrarlas en los programas de prevención del VIH", afirma.

Mmeje afirma que los profesionales sanitarios que atienden a parejas serodiscordantes también deberían plantearse ofrecerles una evaluación de la fertilidad antes de intentar concebir o tras varios intentos fallidos.

Las participantes en el estudio se reclutaron en ocho clínicas de atención y tratamiento del VIH de la zona de Kisumu, en Kenia occidental, y entre ellas había mujeres de 18 a 34 años. Se utilizaron ayudas didácticas para los procedimientos y las sesiones de educación y asesoramiento.

Se observó a las parejas durante dos meses antes de la inseminación vaginal programada y se las sometió a pruebas y tratamiento de infecciones de transmisión sexual. La inseminación vaginal programada se realizó durante un máximo de seis ciclos menstruales, y se ofreció una evaluación de la fertilidad a las parejas que no se quedaban embarazadas.

Mmeje señala que el método y las mejores prácticas descritas en el estudio piloto podrían ser aplicados por los programas de prevención del VIH en todo el mundo.

"Nuestros hallazgos son aplicables a entornos de bajos recursos en todo el mundo", afirma. "Esta estrategia podría tener un alto impacto en el empoderamiento de las mujeres afectadas por el VIH con una opción reproductiva asequible y de fácil acceso que apoye su deseo de tener hijos".

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