¿Cómo influye la actividad física en la fertilidad?

Por Dr. Chinta Sidharthan Jul 6 2023 Revisado por Lily Ramsey, LLM

En un estudio reciente publicado en la revista F&S Reports, los investigadores revisaron la bibliografía existente para comprender el efecto del ejercicio sobre la fertilidad.

El estudio tuvo en cuenta las características de los pacientes y los factores que pueden justificar modificaciones en la intensidad y la frecuencia del ejercicio.

Study: The effect of physical activity on fertility: a mini-review. Image Credit: NDABCreativity/Shutterstock.com Estudio: The effect of physical activity on fertility: a mini-review. Crédito de la imagen: NDABCreativity/Shutterstock.com

Antecedentes

Las directrices sobre medicina reproductiva de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva ofrecen recomendaciones claras sobre factores como la dieta, la ingesta de alcohol y el tabaquismo y su impacto en la concepción.

Sin embargo, las directrices sobre el impacto del ejercicio y los niveles de actividad física en la fertilidad y la probabilidad de concepción carecen de claridad. Esto dificulta que los profesionales sanitarios proporcionen a los pacientes recomendaciones sobre la intensidad y la frecuencia de los niveles de ejercicio que deben seguirse para maximizar las probabilidades de concepción.

Además, estas recomendaciones también deben tener en cuenta los niveles básicos de forma física de los pacientes, las condiciones de salud existentes y las afecciones relacionadas con la infertilidad.

Por lo tanto, es esencial comprender la asociación entre el ejercicio y la fertilidad para formular directrices que ayuden a los pacientes a mantener un régimen de ejercicio que repercuta positivamente en sus posibilidades de concepción.

Acerca del estudio

En el presente estudio, los investigadores realizaron una búsqueda exhaustiva por palabras clave de investigaciones relacionadas con la actividad física y el ejercicio y factores como la fertilidad, la infertilidad, la ovulación, el ciclo menstrual, el síndrome de ovario poliquístico y la reproducción asistida.

En la revisión se incluyeron estudios experimentales y observacionales con pacientes de ambos sexos. Los tres grupos principales identificados en los estudios seleccionados fueron mujeres sanas que intentaban concebir, mujeres sometidas a tratamientos de reproducción asistida y mujeres con síndrome de ovario poliquístico.

Historias relacionadas

  • Investigadores coreanos desarrollan un hidrogel que podría revolucionar el tratamiento de la infertilidad femenina
  • Un estudio ofrece una nueva perspectiva sobre la toxicidad reproductiva de los ftalatos
  • Estudio: La fertilidad en Inglaterra y Gales alcanza un mínimo histórico en mujeres de todos los grupos educativos

La revisión sólo incluyó estudios que utilizaron marcadores objetivos de fertilidad como la ovulación, el embarazo y los niveles de hormonas ováricas (progesterona y estradiol) a lo largo del ciclo menstrual.

Se excluyeron de la revisión los estudios que se centraron sólo en marcadores sustitutos como los niveles de andrógenos o el acné asociado con el síndrome de ovario poliquístico o las irregularidades del ciclo menstrual autoinformadas.

La actividad física se definió como todas las actividades no recreativas y de ocio que elevan el gasto energético por encima de los niveles de reposo. Al mismo tiempo, se consideró ejercicio la actividad física intencionada, repetitiva y estructurada realizada para alcanzar o mantener niveles específicos de forma física.

El ejercicio y la actividad física pueden medirse utilizando marcadores objetivos como los marcadores metabólicos y la frecuencia cardiaca. Los niveles de ejercicio se clasificaron de leves a intensos en función de estas medidas.

Los niveles de ejercicio que van de moderado a vigoroso se han asociado a un menor riesgo de enfermedades como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, y se sabe que el ejercicio regular que comprende intensidades de moderadas a vigorosas produce mejores resultados relacionados con la salud mental y la salud fetal entre las mujeres embarazadas.

Además, en la población general y en las mujeres con infertilidad, se ha demostrado que el ejercicio regular mejora los síntomas asociados a la ansiedad y la depresión.

Sin embargo, no está clara la repercusión de la actividad física de leve a intensa en la fertilidad de las mujeres que luchan por concebir o intentan hacerlo.

Resultados

Los resultados indicaron que varios estudios informan de un impacto perjudicial de los niveles de ejercicio vigoroso e intenso en las posibilidades de concepción de mujeres sanas que intentan concebir, especialmente en lo relativo a los niveles de progesterona y estradiol luteínicos.

Sin embargo, otro importante estudio recomienda que las mujeres que intentan concebir pueden continuar con su régimen habitual de ejercicio si equilibran su gasto energético aumentando su ingesta calórica.

En cambio, en el caso de las mujeres con síndrome de ovario poliquístico, se observó que los niveles moderados de ejercicio aeróbico no tenían un impacto significativo en la mejora de las posibilidades de concepción. Entre las mujeres con síndrome de ovario poliquístico, el entrenamiento de resistencia y los niveles intensos de ejercicio aeróbico se asociaron con beneficios reproductivos.

Además, en casos de hiperandrogenicidad, se requiere un régimen de ejercicio vigoroso e intenso para que los beneficios sean máximos. Por lo tanto, las recomendaciones deben incluir un régimen de ejercicio sostenible durante largos periodos.

Además, en el caso de las mujeres con síndrome de ovario poliquístico, los beneficios reproductivos no tienen por qué ser necesariamente en forma de pérdida de peso, y los profesionales sanitarios deben informar a las pacientes sobre los beneficios del ejercicio regular para la salud reproductiva, incluso sin cambios de peso apreciables.

En el caso de las mujeres sometidas a tratamientos de reproducción asistida, los resultados no informaron de efectos negativos o positivos significativos del ejercicio o la actividad física antes o durante la fecundación in vitro.

La revisión halló que, si bien el ejercicio vigoroso puede tener un impacto negativo sobre la ovulación durante los ciclos menstruales naturales, la modulación cuidadosa de los ciclos de ovulación mediante métodos farmacológicos durante la reproducción asistida elude los impactos negativos del ejercicio extenuante sobre la fertilidad.

Conclusiones

En general, los resultados indicaron que, si bien los niveles de ejercicio vigoroso podrían afectar negativamente a las posibilidades de fertilidad y concepción de las mujeres sanas, éstas pueden continuar con su régimen de ejercicio mientras intentan concebir siempre que compensen el déficit energético aumentando su ingesta calórica.

Por el contrario, se ha observado que el ejercicio aeróbico intenso mejora las posibilidades de concebir de las mujeres con síndrome de ovario poliquístico. En el caso de las mujeres sometidas a fecundación in vitro, se observó que el ejercicio no afectaba a la fertilidad.

Noticias relacionadas