Problemas de fertilidad: tomar el sol demasiado

Tomar el sol fortalece el sistema inmunitario, reduce la presión sanguínea y, por supuesto, mejora el estado de ánimo, pero tomar el sol demasiado conlleva riesgos para la salud muy graves, incluso puede llegar a ocasionar problemas de fertilidad.

La clave está en buscar el equilibrio ya que, en la dosis adecuada, la vitamina D que aportan los rayos de sol no sólo es muy beneficiosa para el organismo, sino que es necesaria para lograr un embarazo, de igual manera, que tomar el sol demasiado y abusar de las horas de exposición, trae consecuencias muy negativas para la salud. Si la exposición moderada a la luz solar favorece el reforzamiento del sistema inmunitario, una exposición excesiva a la radiación ultravioleta, puede llegar a inhibir el funcionamiento normal de las defensas naturales del cuerpo y, especialmente, de la piel.

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Para tomar el sol en su justa medida y evitar así los problemas de fertilidad y otras patologías graves, es importante evitar las horas de mayor incidencia solar, es decir entre las 12 de la mañana y las 5 de la tarde y en ningún caso es recomendable, pasar más de media hora tumbada al sol.

Otra de las recomendaciones es evitar el uso de cualquier producto que contenga alcohol o perfumes como las colonias o los desodorantes antes de la exposición, ya que pueden ocasionar manchas en la piel. Las cremas protectoras deben aplicarse media hora antes de tomar el sol porque es aproximadamente el tiempo que tarda la piel en absorberlas y es necesario renovar la aplicación cada poco tiempo, especialmente, si ha habido excesiva sudoración.

Aunque los problemas de fertilidad no vienen ocasionados exclusivamente por tomar el sol demasiado o por prescindir por completo de los beneficios de esta vitamina D, sí es un factor que, sumado a otras causas como altos niveles de estrés o ansiedad o una mala alimentación o llevar ropa demasiado ajustada, pueden disminuir las posibilidades de lograr un embarazo.