Los científicos comprueban la aptitud evolutiva de las crías de las madres mayores en distintos entornos

La descendencia de las madres mayores no se comporta tan bien como la de las madres más jóvenes, en los seres humanos y en muchas otras especies. No están tan sanos, o no viven tanto, o tienen menos descendencia. Un viejo enigma es por qué la evolución mantiene este efecto maternal en tantas especies, ya que estos hijos nacidos tarde son menos aptos para sobrevivir y reproducirse.

En un nuevo estudio sobre rotíferos (invertebrados microscópicos), los científicos comprobaron la aptitud evolutiva de las crías de madres mayores en varios entornos reales y simulados, como el lujo relativo del cultivo en laboratorio, bajo la amenaza de la depredación en la naturaleza o con un suministro reducido de alimentos. Confirmaron que este efecto de la edad materna avanzada, denominado senescencia por efecto materno, reduce la aptitud evolutiva de las crías en todos los entornos, principalmente a través de la reducción de la fertilidad durante su período reproductivo máximo. También sugieren un mecanismo evolutivo para explicar por qué puede ocurrir esto. El estudio, dirigido por Kristin Gribble, del Laboratorio Biológico Marino, y Christina Hernández, de la Institución Oceanográfica Woods Hole, se publica esta semana en Proceedings of the National Academy of Sciences.

Este estudio es único, ya que combina datos de laboratorio de nuestro trabajo anterior con la modelización matemática para abordar una cuestión de larga data en la evolución del envejecimiento. La selección natural debería eliminar a la descendencia menos apta de las madres mayores. Entonces, ¿por qué vemos este fenómeno en tantas especies?".

Kristin Gribble, Laboratorio Biológico Marino

eBook de Diagnóstico y Automatización de Laboratorio

Recopilación de las principales entrevistas, artículos y noticias del último año.

Descargue un ejemplar hoy mismo

Para ello, Hernández y sus colaboradores construyeron modelos matemáticos para calcular, por primera vez, la fuerza de la presión de la selección natural sobre la supervivencia y la fertilidad de las poblaciones de crías en función de la edad de sus madres. Descubrieron que esta presión, denominada gradiente de selección, disminuye con la edad materna.

"Como la presión de selección disminuye a medida que las madres envejecen, puede que no sea lo suficientemente fuerte como para eliminar a estas [crías] menos aptas de la población", dice Hernández.

"Por ello, la senescencia por efecto materno persistirá y seguirá evolucionando en la población, aunque provoque una disminución de la aptitud", añade Gribble. Todavía no comprenden del todo los mecanismos genéticos que hacen que la calidad de la descendencia disminuya con la edad materna.

Los modelos desarrollados por el equipo pueden aplicarse a una amplia gama de especies para evaluar las consecuencias de la senescencia por efecto de la madre: "Siempre que se disponga de datos experimentales, como hicimos nosotros, sobre la duración de la vida y la fecundidad de las crías de madres de diferentes edades, se puede abordar esta cuestión en muchos organismos", afirma Gribble.

Noticias relacionadas