La desconfianza en los gobiernos locales y nacionales frena el avance de la vacunación infantil en África

La desconfianza en los gobiernos locales y nacionales está frenando el progreso de la vacunación infantil en África, donde se encuentra la mitad de los niños no vacunados o subvacunados del mundo, según un estudio.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vacunación evita entre dos y tres millones de muertes al año en todo el mundo por enfermedades como el tétanos, la tos ferina, la gripe y el sarampión, pero casi 20 millones de niños al año carecen de acceso adecuado a las vacunas.

El estudio publicado el mes pasado en BMJ Global Health afirma que las tasas de vacunación infantil en los países africanos son mucho más bajas en las zonas donde la población local tiene altos niveles de desconfianza en las instituciones locales y nacionales.

Incluso cuando se comparan niños de hogares con características socioeconómicas similares, que viven en la misma zona y tienen un acceso similar a los centros de salud, la desconfianza en las autoridades locales, el gobierno, los tribunales o el sistema electoral es muy importante a la hora de que los padres vacunen a sus hijos."

Jean-Francois Maystadt, coautor del estudio y profesor asociado de economía de la Universidad de Lancaster

Cuando la desconfianza en el gobierno local -la autoridad regional más pequeña de un país- aumentaba en diez puntos porcentuales, los niños que vivían en esa región tenían un 3,4% menos de probabilidades de recibir las ocho vacunas infantiles básicas, incluidas la polio y el sarampión.

"Hay una necesidad urgente de reconocer la importancia de la desconfianza en las campañas de vacunación, especialmente en un mundo post-COVID en el que el despliegue global de las vacunas se considera crucial para poner fin a la pandemia", dice Maystadt a SciDev.Net.

Nik Stoop, coautor e investigador postdoctoral de la Universidad de Amberes (Bélgica), afirma que, incluso antes de la pandemia de COVID-19, la OMS reconocía que la indecisión sobre las vacunas era una de las diez amenazas más importantes para la salud mundial.

"Este [estudio] es especialmente importante para África... Los estudios de casos cualitativos en África, por ejemplo, Camerún, República Democrática del Congo, Liberia, Nigeria y Sudán del Sur sugieren que la desconfianza hacia las autoridades locales y nacionales podría ser un factor importante que contribuye a la indecisión en la vacunación", dice Stoop. "Encontrar formas de mejorar la aceptación de la vacunación puede ayudar a los países a alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de reducir la mortalidad de los menores de cinco años a por lo menos 25 por cada 1.000 nacidos vivos para 2030."

La falta de confianza en los gobiernos, según Maystadt, puede llevar a los padres a cuestionar la información sobre las vacunas que reciben de las autoridades sanitarias. Por ejemplo, el boicot de Nigeria a la campaña de vacunación contra la polio a principios de la década de 2000 se basó en la falsa afirmación de que la vacuna contra la polio estaba contaminada con una sustancia que reducía la fertilidad, como parte de un complot de las potencias occidentales contra las poblaciones musulmanas.

Los investigadores analizaron la información sobre el estado de vacunación infantil de casi 167.000 niños de 22 países africanos mediante encuestas demográficas y sanitarias realizadas entre 2004 y 2018. Compararon estos datos con la información sobre el grado de confianza de los habitantes de su región subnacional en las autoridades públicas, tal y como se indica en la encuesta del Afrobarómetro, que mide las actitudes del público sobre cuestiones sociopolíticas en África.

Richard Mihigo, coordinador del Programa de Inmunización y Desarrollo de Vacunas de la OMS en África, dice a SciDev. Net que la vacunación infantil es una de las intervenciones de salud pública más rentables, y añade que cada dólar gastado en inmunizaciones infantiles a nivel mundial produce 44 dólares en beneficios económicos.

"Seguimos trabajando estrechamente con los países y los socios para entender mejor por qué la gente podría no aceptar la vacunación, encontrar formas de abordar sus preocupaciones y crear confianza en las vacunas y los programas de inmunización", dice Mihigo.

Añade que para mejorar las tasas de vacunación, los mensajes de salud pública y las estrategias de comunicación para hacer frente a las dudas sobre las vacunas deben adaptarse mediante la participación de los líderes comunitarios.

"La desconfianza en las vacunas puede surgir de... factores como los falsos rumores y la desinformación, las experiencias médicas pasadas o históricas con el sector sanitario, o la falta de confianza en los organismos de salud pública, los gobiernos y las empresas, entre otros", explica.

"Los gobiernos y los socios también pueden aprovechar los medios de comunicación populares, las plataformas de las redes sociales u otras fuentes de información dentro de las comunidades para llegar al mayor número posible de personas con mensajes positivos, basados en la evidencia y adaptados a las necesidades de la vacunación", añade.

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