¿En qué consiste un estudio integral de fertilidad masculina?
Estudio integral de fertilidad masculina: todas las pruebas necesarias para un diagnóstico más preciso.
Cuando una pareja lleva más de un año intentando tener un hijo y el embarazo no se produce de forma natural, es el momento de acudir a un especialista para tratar de encontrar una explicación y, a raíz de ella, una solución a los problemas de fertilidad de uno de los dos o de ambos.
Es muy importante que se estudie la fertilidad tanto en el hombre como en la mujer, ya que puede así se sabrá con mayor exactitud qué es lo que está impidiendo el embarazo y qué tratamiento es el más adecuado para solucionarlo. Para que el diagnóstico sea lo más ajustado y preciso posible, los estudios integrales de fertilidad masculina, al igual que en el caso de los femeninos, siempre son personalizados. Con el fin de comenzar un tratamiento ajustado a cada caso y que solucione los problemas concretos de cada pareja, también el estudio debe ser personalizado.
¿En qué consiste el estudio integral de fertilidad femenina?
Un estudio revela que la vacunación contra el SRAS-CoV-2 BNT162b2 no tiene efectos negativos en la fertilidad masculina
¿Qué pruebas se realizan para elaborar un estudio integral de fertilidad masculina?
Como ya hemos mencionado, estos estudios son personalizados, por lo que el especialista será quien tenga que sugerir cuáles son las pruebas necesarias y más acertadas para cada paciente. Para ello, tendrá en cuenta los problemas que está experimentando durante la búsqueda del embarazo, su contexto, su historial médico o su objetivo. Sin embargo, algunas pruebas sí que son comunes para todos los pacientes, ya que aportan datos básicos sobre los espermatozoides y la calidad del semen.
La primera prueba que se realizará cuando se comience el estudio integral de fertilidad masculina será un análisis de semen, el cual se conoce como seminograma. En esta prueba se obtiene información acerca de la fertilidad del paciente, la cual es evaluada mediante una muestra que se obtiene y se analiza en el laboratorio.
El segundo paso es, una vez obtenida la muestra, estudiar a fondo los diferentes aspectos que pueden afectar a la fertilidad. Estos aspectos macroscópicos nos permiten saber datos muy concretos acerca de la muestra, como la viscosidad, el volumen o el pH del semen. Por otro lado, también hay que analizar los aspectos microscópitos, los cuales nos darán otros datos diferentes e igual de importantes acerca de la muestra de esperma. Estos datos son, por ejemplo, la morfología, la concentración de espermatozoides por mililitro y la movilidad, datos que son claves para poder estudiar la fertilidad de un paciente.
En algunos casos, y dependiendo del paciente, se solicitarán otras pruebas como el hemograma o la serología, las cuales permiten obtener datos sobre la sangre y la posible presencia de anticuerpos en ella.
¿Qué datos podemos obtener con los resultados de estas pruebas?
Una vez obtenido los resultados de este estudio, el médico comparará los datos obtenidos con los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud, la cual establece cuáles son los normales para que todo funcione bien. A partir de esta comparación, se puede saber si existe algún problema de fertilidad y cuál es su origen, además de conocer si se trata de un problema de esterilidad grave o leve.
Una vez que el médico ha estudiado los resultados de este estudio integral de fertilidad masculina y del estudio integral de fertilidad femenino, sabrá si es necesario comenzar un tratamiento de reproducción asistida o si por el contrario el problema de fertilidad es leve y puede solucionarse de otro modo. En algunas ocasiones, basta con un cambio de hábitos o seguir las recomendaciones del especialista. En caso de que se trate de un problema más grave, conocer el origen también hará que resulta más fácil elegir el tratamiento de fertilidad adecuado.
