El aseo púbico puede no afectar al riesgo de ETS, según un estudio

Por la doctora Ananya Mandal 5 de septiembre de 2019

Algunas mujeres se afeitan o depilan el vello púbico, mientras que otras no lo hacen. Se trata de una elección personal, pero algunos informes anecdóticos sugieren que existe una relación entre una zona púbica muy depilada y un mayor riesgo de contraer infecciones o enfermedades de transmisión sexual (ITS o ETS).

Un nuevo estudio demuestra que no se reduce el riesgo de contraer ETS en las mujeres que se afeitan o depilan el vello púbico. El equipo de la Universidad Estatal de Ohio publicó los resultados de su investigación en un estudio titulado "Association between pubic hair grooming and prevalent sexually transmitted infection among female university students" (Asociación entre el cuidado del vello púbico y las infecciones de transmisión sexual prevalentes entre las estudiantes universitarias), en el último número de la revista PLOS One.

Image Credit: KlaraBstock / Shutterstock

Crédito de la imagen: KlaraBstock / Shutterstock

Los investigadores incluyeron en su estudio a 214 estudiantes universitarias entre abril de 2017 y abril de 2018. Analizaron el riesgo de obtener un diagnóstico de laboratorio confirmado de clamidia o gonorrea, dos ITS comunes, y la eliminación del vello púbico.

Para este estudio, el equipo incluyó a todas las mujeres dispuestas a participar en el estudio y que acudieron al puesto de pruebas de ETS del campus de Ohio State. A todas ellas se les proporcionó un cuestionario en el que se les pedía que informaran de sus comportamientos sexuales, así como de sus hábitos de acicalamiento púbico, de forma anónima. Los resultados de los cuestionarios revelaron que casi el 98% de los participantes había probado alguna forma de acicalamiento de su región púbica. Se observó que el 53,6% y el 18% de las participantes eran "extremas", es decir, que se habían depilado el vello púbico al menos una vez a la semana en el último año o al menos seis veces en el último mes, respectivamente. Las dos últimas fueron las medidas de acicalamiento extremo utilizadas en este estudio. El equipo descubrió que el 82,9% de las encuestadas utilizaba una maquinilla de afeitar sin cuchilla eléctrica, el 41,7% jabón depilatorio y el 41,2% crema de afeitar para un aseo extremo. Alrededor del 63,3% de los participantes declararon haber sufrido alguna lesión durante el aseo extremo.

Al final del estudio, el 9,8% de las mujeres dieron positivo en las pruebas de clamidia o gonorrea. Según los investigadores, no se observó ninguna relación entre los dos acontecimientos: el acicalamiento "extremo" y las ITS confirmadas.

Jamie Luster, antigua estudiante de posgrado en salud pública en Ohio State y ahora investigadora en la Universidad de Michigan y también autora principal del estudio, afirmó que este estudio demuestra que ni el acicalamiento extremo de la región púbica aumenta ni reduce el riesgo de contraer ITS entre las mujeres. Explicó que no hay razones biológicas que puedan relacionar ambas cosas.

Los investigadores, entre los que se encontraba la profesora asociada de epidemiología del Estado de Ohio Maria Gallo, que fue una de las asesoras de Luster, explicaron que, aunque se trataba de un estudio pequeño, podría ser importante a la hora de aconsejar a las mujeres si deben o no someterse a un acicalamiento extremo de la región púbica para reducir el riesgo de contraer ITS.

Historias relacionadas

  • La progresión silenciosa del cáncer: una investigación ahonda en las claves evolutivas del cáncer de mama
  • Una investigación revela un sorprendente solapamiento genético entre trastornos neurológicos y psiquiátricos
  • El Laboratorio Médico de Londres en conversaciones con el SUS para ayudar a reducir las listas de espera de los pacientes brasileños

Gallo explicó: "Resulta especialmente preocupante que los trabajos anteriores no tuvieran en cuenta la frecuencia sexual. Podría ser que las mujeres que mantuvieran más relaciones sexuales con más personas -y que, por tanto, tuvieran más probabilidades de contraer infecciones- tuvieran más probabilidades de acicalarse", y añadió que ha habido estudios anteriores que han analizado la relación entre la depilación púbica y el riesgo de contraer ITS, pero no han tenido en cuenta el grado de actividad sexual de las participantes. Si una mujer era más activa sexualmente y tenía más parejas, era más probable que contrajera infecciones y también más probable que se afeitara o depilara el vello púbico. Erróneamente, se creía que un aseo púbico extremo estaba asociado a un mayor riesgo de ITS, explicó Gallo. Otros factores que este estudio tuvo en cuenta, pero que los anteriores pasaron por alto, fueron la edad de las participantes, la raza y los ingresos: "En investigaciones anteriores se preguntaba a las participantes si habían tenido alguna vez una infección de transmisión sexual, pero no se medía si la tenían en el momento de la encuesta. Esto dificulta la relación entre los hábitos de aseo actuales y las ETS", añade.

Los autores concluyeron: "El acicalamiento del vello púbico fue frecuente entre las estudiantes universitarias que acudieron a realizarse pruebas de ITS. Los hallazgos no respaldan el acicalamiento del vello púbico como factor de riesgo de ITS en esta población", y añadieron: "Nuestros hallazgos no respaldan la necesidad de intervenciones clínicas o de salud pública para abordar el acicalamiento del vello púbico como factor de riesgo de infección gonocócica o por Chlamydia trachomatis".

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en Estados Unidos se producen anualmente 820.000 y 2,86 millones de nuevos casos de infecciones por gonorrea y clamidia, respectivamente. Según los CDC, ambas infecciones pueden tener efectos nocivos a largo plazo en el sistema reproductor y la fertilidad de las mujeres jóvenes. A pesar de la multitud de consejos en Internet sobre las formas de reducir el riesgo de ITS, los CDC recomiendan relaciones sexuales mutuamente monógamas y duraderas con una pareja que se haya sometido a pruebas y esté libre de ETS, así como el uso regular y correcto de preservativos de látex para las relaciones sexuales.

Este estudio fue financiado por un premio de apoyo REDCap del National Center for Advancing Translational Sciences.

Noticias relacionadas