El consumo de opiáceos en mujeres que intentan concebir está relacionado con una menor probabilidad de embarazo

El consumo de opiáceos entre las mujeres que intentan concebir puede estar asociado a una menor probabilidad de embarazo, según sugiere un estudio de los Institutos Nacionales de Salud. Además, el consumo de opiáceos al principio del embarazo puede estar relacionado con una mayor probabilidad de pérdida del mismo. El estudio aparece en Epidemiology.

Nuestros hallazgos indican que las mujeres embarazadas o que planean un embarazo deben, junto con sus médicos, considerar los efectos potenciales que los opioides pueden tener en su capacidad para concebir o mantener un embarazo."

Kerry Flannagan, doctora, autora principal del estudio e investigadora postdoctoral en la División de Investigación Intramuros de Salud de la Población del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver de los NIH

Según los autores, gran parte de la investigación sobre el consumo de opioides con receta se ha centrado en los efectos de la drogodependencia. Existe poca información sobre el consumo no habitual y periódico de opiáceos en el momento de la concepción y al principio del embarazo.

Los investigadores analizaron los datos del ensayo Efectos de la Aspirina en la Gestación y la Reproducción (EAGeR), que investigó la aspirina en dosis bajas como tratamiento para prevenir la pérdida del embarazo. Las participantes eran mujeres de 18 a 40 años con antecedentes de una o dos pérdidas de embarazo. Se realizó un seguimiento de las mujeres durante seis ciclos mensuales si no se quedaban embarazadas y durante todo el embarazo si lo hacían. Las mujeres proporcionaron muestras de orina, que se analizaron en busca de diversos opioides de prescripción.

De las 1.228 mujeres del estudio, 226 (18%) habían consumido opiáceos mientras intentaban concebir y 33 (5%) de las 685 mujeres que se quedaron embarazadas habían consumido opiáceos al principio del embarazo. Ninguna dio positivo en las pruebas de metadona o buprenorfina, que suelen utilizarse para tratar la dependencia de los opiáceos.

El consumo de opiáceos antes de la concepción se asoció a un 29% menos de posibilidades de lograr un embarazo durante un ciclo mensual determinado, en comparación con las mujeres que no habían consumido opiáceos. Entre las mujeres que se quedaron embarazadas, las que consumieron opiáceos alrededor del momento de la concepción tenían 1,5 veces más probabilidades de sufrir un aborto espontáneo que las que no lo habían hecho. Las mujeres que consumieron opioides en las primeras cuatro semanas de embarazo tenían más del doble de probabilidades de sufrir un aborto espontáneo. Las mujeres que consumieron opiáceos en las semanas cuatro a ocho del embarazo tenían 2,5 veces más probabilidades de sufrir un aborto.

Los autores pidieron que se realicen más investigaciones sobre cómo afecta el uso de opioides a la fertilidad y al inicio del embarazo. Añadieron que, hasta que se sepa más, los pacientes y los médicos deben evaluar los posibles riesgos y beneficios de los opioides para el tratamiento del dolor entre las mujeres que están embarazadas o que pueden quedarse embarazadas, incluidas las que se someten a procedimientos de reproducción asistida que pueden implicar el tratamiento con opioides para controlar el dolor.

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