Dolor durante las relaciones sexuales: Causas y cómo afecta a la fertilidad

Dolor durante las relaciones sexuales: Causas y cómo afecta a la fertilidadEl sexo no debería ser doloroso. Sin embargo, casi tres de cada cuatro mujeres experimentarán algún tipo de sexo doloroso en su vida. Las relaciones sexuales dolorosas (también conocidas como dispareunia) pueden interferir en el embarazo. Por un lado, el sexo doloroso puede indicar una condición médica subyacente que está afectando negativamente a su fertilidad.

En segundo lugar, las relaciones sexuales dolorosas en sí mismas pueden dificultar o imposibilitar el embarazo. Si no puedes tolerar las relaciones sexuales, especialmente en el momento de la ovulación, no podrás quedarte embarazada. Aprende lo que es normal y lo que no lo es cuando se trata de dolor sexual, qué condiciones médicas pueden causar relaciones sexuales dolorosas y qué debes hacer si te enfrentas a este problema.

Nota: Aunque este artículo se centra en el dolor sexual en las mujeres, es importante señalar que los hombres también pueden experimentar dolor sexual. El dolor sexual en los hombres también puede causar dificultades para concebir.

¿Es normal el dolor durante el sexo?

Las molestias ocasionales durante las relaciones sexuales pueden ser normales. Por ejemplo, la primera vez que una mujer tiene relaciones sexuales puede suponer cierta incomodidad. Esto puede deberse a la inexperiencia y a la ansiedad de ambos miembros de la pareja. Sin embargo, se supone que el primer encuentro sexual no debe doler. La idea de que el sexo por primera vez "debería" causar dolor y sangrado suele ser incorrecta. Incluso el sexo por primera vez puede ser agradable.

Otra posible causa normal de las relaciones sexuales dolorosas es mantenerlas en una posición incómoda. Las posturas que permiten un empuje profundo pueden hacer que el cuello del útero se golpee, lo que puede ser doloroso. Cambiar de posición o evitar las incómodas puede resolver este problema fácilmente. Por ejemplo, la posición femenina-superior permite controlar y profundizar la penetración.

Otra posible causa normal de malestar durante las relaciones sexuales es no dedicar suficiente tiempo a los preliminares. Los órganos reproductores se desplazan durante la excitación sexual. El cuello del útero se mueve hacia arriba y hacia atrás cuando estás excitada, y este desplazamiento hace que el sexo sea más cómodo.

Dicho esto, el dolor y las molestias ocasionales no son lo mismo. El dolor que es constante o que te impide tener relaciones sexuales es otro juego completo.

Causas del sexo doloroso y la infertilidad

El término médico para el sexo doloroso es dispareunia. Las relaciones sexuales dolorosas pueden ser un síntoma de una enfermedad subyacente. Algunas de estas enfermedades pueden afectar negativamente a la fertilidad o dificultar el embarazo.

Hay varias causas posibles de dolor en el coito que también pueden afectar a la fertilidad:

  • Adhesiones: Las adherencias son bandas de tejido cicatricial. Las cicatrices pélvicas debidas a una infección o a una intervención quirúrgica previa pueden causar dispareunia e infertilidad. El síndrome de Asherman es un tejido cicatrizal dentro de la cavidad uterina, también debido a una cirugía previa o a una infección. No suele causar dolor, pero puede provocar infertilidad. Ambos son temas que merecen ser discutidos con tu médico.
  • Endometriosis: El dolor en las relaciones sexuales con endometriosis puede empeorar alrededor de la ovulación y cerca de la menstruación. Este dolor se suele sentir más profundamente, en lugar de en el momento de la penetración. Otros síntomas de la endometriosis pueden ser calambres menstruales intensos, dolor al orinar o defecar (especialmente en torno a la menstruación) o dolor pélvico general.
  • Fibromas: Los miomas son tumores no cancerosos que crecen sobre o dentro de las paredes del útero. Pueden provocar dolor en las relaciones sexuales. Los miomas pueden aparecer en cualquier parte del útero, el cuello uterino o los ligamentos pélvicos. Provocan dispareunia debido a la presión mecánica.
  • Himen intacto o especialmente apretado: El himen es una fina membrana que rodea el orificio vaginal. No suele cubrir todo el orificio, sino que tiene un pequeño orificio que se estira con el tiempo. A veces, el himen no se estira de forma natural o es inusualmente grueso o apretado, lo que provoca relaciones sexuales dolorosas. La cirugía puede corregir esto sin afectar a la fertilidad.
  • Quistes ováricos: La mayoría de los quistes ováricos acaban desapareciendo por sí solos, pero entre el 5 y el 10% pueden requerir cirugía. Los quistes ováricos no suelen causar dolor en las relaciones sexuales, pero los más problemáticos sí. Un quiste por sí solo no es necesariamente un problema de fertilidad, pero los quistes pueden estar causados por enfermedades (como el síndrome de ovario poliquístico y la endometriosis) que sí afectan a la fertilidad.
  • Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP): La enfermedad inflamatoria pélvica es otra de las posibles causas de las relaciones sexuales dolorosas, normalmente un dolor que se siente en profundidad y no al entrar. En este caso, el dolor suele deberse al tejido cicatricial o a las adherencias formadas debido a la infección.
  • Agenesia vaginal: El síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH), o agenesia vaginal, afecta a 1 de cada 5.000 mujeres y se produce cuando la vagina no está completamente desarrollada. La cirugía puede crear una "neovagina" que permita una vida sexual normal. Los dilatadores vaginales también pueden ayudar a crear una abertura vaginal para el coito. Las malformaciones o la ausencia de útero hacen imposible el embarazo. Algunas mujeres pueden tener un hijo biológico a través de la subrogación.
  • Sequedad vaginal: Puede ser desde una ligera molestia hasta un dolor bastante intenso, especialmente cuando se combina con niveles generales de estrógeno bajos. Este dolor tiende a producirse al entrar en la vagina. La falta de moco cervical puede indicar un desequilibrio hormonal, pero también puede ocurrir debido a los efectos secundarios de los medicamentos.

Aunque la infertilidad relacionada con estas afecciones no es fácil de tratar, el dolor causado por ellas debería poder tratarse con medicamentos, fisioterapia, cambios en el estilo de vida o cirugía. No asuma que tiene que aprender a vivir con el dolor. Hable con su médico sobre sus opciones.

Cuando las relaciones sexuales dolorosas dificultan el embarazo

A veces, la causa de las relaciones sexuales dolorosas no afecta directamente a la fertilidad, pero el hecho de que las relaciones sexuales sean dolorosas dificulta o imposibilita el embarazo. Dos condiciones de dolor sexual comunes son la vulvodinia y el vaginismo. La vulvodinia es un dolor en la zona de la vulva o cerca de la entrada de la vagina. El dolor puede estar presente todo el tiempo, a veces, o sólo cuando se toca.

Entre el 6 y el 20% de las mujeres experimentan vulvodinia durante un máximo de tres meses en algún momento de su vida. No está claro qué causa la vulvodinia. El tratamiento suele requerir cierta experimentación. Lo que funciona para una mujer puede o no funcionar para otra.

Otra condición de dolor sexual común es el vaginismo. Las mujeres con vaginismo experimentan dolor al penetrar la vagina. Algunas describen el dolor como un "desgarro" o una sensación de "desgarro". No existen estimaciones fiables sobre el número de mujeres que padecen vaginismo, ya que con frecuencia no se denuncia, lo que dificulta la investigación.

La condición de dolor puede parecer que siempre ha estado presente o puede comenzar después de meses o años de experiencias sin dolor. Al igual que la vulvodinia, el vaginismo no se comprende del todo. Antes se pensaba que era una contracción involuntaria de los músculos vaginales, que provocaba dolor durante la penetración. Sin embargo, esta teoría se ha puesto en duda.

El tratamiento de ambas afecciones puede requerir la ayuda de múltiples especialistas. Los profesionales médicos que pueden ayudar son ginecólogos, fisioterapeutas, especialistas en dolor, terapeutas sexuales y psicólogos.

Hablar de las relaciones sexuales dolorosas con su médico

Muchas mujeres no hablan de las relaciones sexuales dolorosas con sus médicos. Según un estudio, en un grupo en el que hasta el 36% de las mujeres declararon tener dispareunia, sólo el 15% había hablado del problema con su médico. Debería hablar con su médico sobre su dolor. No tiene por qué sufrir. Existen posibles tratamientos.

Cuando acuda a su cita, esté preparado para compartir cuándo, cómo y dónde le duele. Esto ayudará a tu médico a determinar la posible causa. Si hablar del dolor con su médico le resulta demasiado difícil, considere la posibilidad de escribir las respuestas a las siguientes preguntas con antelación.

  • ¿Los exámenes ginecológicos también son dolorosos? (Dígale a su médico si es así, ya que puede hacer cosas para que sea más cómodo para usted).
  • ¿Estás dando el pecho? ¿El dolor comenzó después del parto?
  • ¿Estás interesada en opciones alternativas para la concepción, como la inseminación?
  • ¿Te duele el sexo durante el ingreso? ¿O se trata de un dolor más profundo?
  • ¿El dolor se produce sólo durante las relaciones sexuales? ¿Lo experimentas también en otras ocasiones?
  • ¿Parece que el dolor se produce o empeora durante determinados momentos del ciclo? Por ejemplo, ¿duele más alrededor de la ovulación? ¿O alrededor de la menstruación?
  • Si se trata de un dolor más profundo, ¿importa la posición sexual? ¿El dolor es agudo o sordo?
  • Si la penetración es lo que causa el dolor, ¿importa lo que se introduce en la vagina? Por ejemplo, ¿se pueden utilizar tampones? ¿También duele la inserción de los dedos o sólo la del pene?
  • Si esperas quedarte embarazada, ¿el dolor te ha impedido tener relaciones sexuales con la frecuencia necesaria para concebir?
  • ¿El dolor es diferente según lo que se toque? Por ejemplo, ¿sientes dolor en la zona de la vulva, incluso antes de que se intente la penetración?

El dolor durante las relaciones sexuales no es culpa tuya. No es algo de lo que debas avergonzarte. Es una condición médica y no te define. Desgraciadamente, no todos los médicos saben cómo responder o tratar adecuadamente las condiciones de dolor. Si tu médico no puede ayudarte o no te toma en serio, acude a otro. Sigue hablando hasta que encuentres la ayuda que mereces.

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