La pérdida de peso temprana puede proteger la fertilidad futura de los jóvenes con obesidad

La función reproductiva de los varones con obesidad puede mejorar con la pérdida de peso, lo que podría proteger su fertilidad en la edad adulta, según una investigación presentada hoy en la 59ª Reunión Anual de la Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica. El estudio sugiere que, incluso tras una pérdida de peso a corto plazo, las alteraciones de la función reproductiva podrían revertirse parcialmente en los chicos jóvenes con obesidad. Esto indica que el tratamiento temprano de la obesidad en la infancia podría ayudar a prevenir futuros problemas de fertilidad en los hombres.

La obesidad infantil puede tener algunos efectos profundos en la salud futura en la edad adulta, como un mayor riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y diabetes de tipo 2. La obesidad también se ha relacionado con problemas de fertilidad tanto en hombres como en mujeres. Las causas más comunes de los problemas de fertilidad en los hombres suelen ser las anomalías de los espermatozoides o un bajo recuento de los mismos. Las células de Leydig de los testículos se activan en la pubertad para producir la principal hormona masculina, la testosterona.

Las células de Sertoli de los testículos son fundamentales para la producción de esperma sano y producen varias hormonas reproductivas, esenciales para la maduración del esperma. Trabajos anteriores han demostrado una alteración temprana de la función de las células de Sertoli en niños obesos a partir de los 12 años, con una alteración posterior de la función de las células de Leydig a partir de los 14. Sin embargo, no se había investigado si la pérdida de peso podría revertir la función alterada de estas células.

En este estudio, la Dra. Solène Rérat y sus colegas del Hospital Universitario de Angers (Francia) investigaron cómo un programa educativo de pérdida de peso de 12 semanas de duración en 34 chicos de entre 10 y 18 años afectaba a los marcadores de la función de las células de Leydig y Sertoli, así como al metabolismo.

Los chicos seguían una dieta sana y equilibrada, realizaban actividad física durante al menos 1 hora al día, según las recomendaciones internacionales, y tenían sesiones individuales semanales con un dietista. Antes y después del programa, se midieron los niveles de hormonas reproductivas, la composición de la grasa corporal y la glucosa en sangre para comparar. A lo largo de las 12 semanas, los chicos perdieron peso de forma significativa y mejoraron sus niveles de insulina, además de aumentar los de testosterona. No se encontraron cambios significativos en los marcadores de la función de las células de Sertoli. Dado que las células grasas producen una enzima que convierte la testosterona en un estrógeno, la pérdida real de masa grasa puede explicar parte del aumento de los niveles de testosterona, además de la inversión de la función alterada de las células de Leydig.

Estos resultados subrayan la necesidad de considerar la obesidad infantil como un factor de futuros problemas de fertilidad. Recomendamos encarecidamente que el tratamiento precoz de la obesidad infantil es necesario para revertir estas alteraciones, y para ayudar a prevenir futuros problemas reproductivos, así como para disminuir los riesgos de otras enfermedades debilitantes."

Dra. Solène Rérat, Hospital Universitario de Angers, Francia

El equipo planea ahora medir la función reproductiva del grupo a más largo plazo y ampliarlo para incluir a más participantes a fin de reunir más datos que confirmen y amplíen estos hallazgos.

El Dr. Rérat advierte: "Nuestro estudio sólo evaluó los efectos en un pequeño número de chicos obesos tras un programa educativo terapéutico de doce semanas. Se necesitan más estudios con un seguimiento más prolongado para poder estudiar a fondo el efecto de la reducción de peso en la función reproductora."

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