Embarazo psicológico: tratamiento

Tratamiento embarazo psicológico

Ya definimos en anteriores artículos el embarazo psicológico y hablamos de sus causas y síntomas, pero ¿cómo tratar este trastorno? ¿Existe algún tratamiento? Lo primero que debes saber es que sí existe, pero es variable y depende del origen, las motivaciones de cada mujer, su personalidad y la intensidad de los síntomas.

Lo más importante es hacerle entender a la mujer que lo está sufriendo que la prueba de embarazo ha dado negativa y que los síntomas que está sintiendo se deben a las reacciones psicosomáticas, es decir, a las manifestaciones físicas que su cuerpo está sufriendo debido a un problema emocional, pero que, en realidad, no está esperando un bebé.

Los resultados de este tipo de pruebas tienen la particularidad de que no se pueden falsear, por lo tanto, ofrecerle a una mujer que está sufriendo un embarazo psicológico un test de embarazo, le obliga a aceptar la realidad. Además, también se consigue que disminuya la tensión de la paciente y se restablezca su equilibrio hormonal y, por lo tanto, vuelva a tener la regla.

En algunos casos, puede que sea necesario derivarla al psicólogo para que le ayude a superar esta situación sin sufrir ningún trauma. Aunque es cierto que, gracias a las técnicas de reproducción asistida, los embarazos psicológicos han disminuido en los últimos años, sí pueden quedar secuelas importantes si no reciben el tratamiento adecuado.

En realidad, la ayuda psicológica más que para tratar el embarazo psicológico en sí, sirve para indagar en el origen del problema. Conociendo las causas, se puede obtener antes una solución. La mayoría de las mujeres que sufren un embarazo psicológico tiene su origen en la incapacidad de aceptar la posibilidad o dificultad para tener un bebé, pero en otros casos, puede deberse a carencias afectivas, imposibilidad para hablar de los conflictos, o sufrir demasiada presión por parte de la pareja.

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