Se necesitan directrices específicas por sexo para tratar la obesidad, la hipertensión y la diabetes en las mujeres

Los investigadores universitarios reclaman nuevas directrices sanitarias para el tratamiento de la obesidad, la hipertensión y la diabetes en las mujeres. En la actualidad no existen directrices específicas por sexo para el tratamiento o la prevención de estos problemas de salud, lo que puede limitar la atención médica disponible para las mujeres.

Hoy, en un nuevo artículo publicado en el Journal of the American College of Cardiology, las profesoras del Anschutz Medical Campus de la Universidad de Colorado Judy Regensteiner, PhD, y Jane Reusch, MD, discuten la necesidad de información sanitaria específica por sexo para la obesidad, la hipertensión y la diabetes.

Los autores mencionan que los investigadores han comprendido desde hace tiempo que las diferencias de salud entre hombres y mujeres van mucho más allá de la mera salud reproductiva. Sin embargo, hasta principios de la década de 1990, la escasa investigación realizada sobre la salud de la mujer se centraba principalmente en las enfermedades que afectan a la fertilidad y la reproducción, y las mujeres quedaban excluidas de la mayoría de los ensayos clínicos.

Tenemos que entender cómo las directrices de atención clínica pueden dirigirse adecuadamente a las mujeres y a los hombres para prevenir, evaluar y tratar con precisión las enfermedades cardiovasculares en ambos sexos. Actualmente utilizamos las mismas directrices para hombres y mujeres. Sin embargo, no disponemos de las pruebas necesarias para saber si esto está justificado en todos los estados de la enfermedad."

Judy Regensteiner, PhD, Universidad de Colorado Anschutz Medical Campus

La prevalencia de la hipertensión es mayor en los hombres que en las mujeres antes de los 60 años, pero después de la menopausia, la hipertensión aumenta en las mujeres -; y las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte de las mujeres en los Estados Unidos. Además, los hombres y mujeres negros no hispanos experimentan tasas de hipertensión más altas que las poblaciones blancas e hispanas no hispanas.

Asimismo, Regensteiner y Reusch señalaron que, por primera vez, las tasas de obesidad en los hombres se situaban al mismo nivel que las mujeres. Sin embargo, la distribución adiposa en hombres y mujeres suele ser diferente y tiene implicaciones fisiológicas -; en las mujeres posmenopáusicas esto puede causar un mayor riesgo cardiometabólico.

Con respecto a la diabetes, cualquier exposición a la diabetes, por breve que sea, incluida la diabetes gestacional, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en las mujeres. Este mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en las mujeres con diabetes se da incluso antes de la menopausia.

"Las mujeres desarrollan la diabetes con una constelación de factores de riesgo diferente a la de los hombres, y es crucial comprender estas diferencias a la hora de tomar decisiones de tratamiento", dijo Reusch.

Por estos motivos, es importante que los investigadores elaboren nuevas directrices específicas por sexo para la obesidad, la hipertensión y la diabetes, cuando proceda. Los factores de riesgo, las manifestaciones y el momento de aparición son diferentes para los hombres y las mujeres, por lo que podrían ser necesarias directrices diferentes según el sexo.

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